Portada del estudio puesto a circulación en Feria del Libro.
Existen varias rutas en el país de tratas de mujeres para explotación sexual y tráfico de drogas hacia Europa, Centro y Sur América con más de 30 años operando. El principal destino es España donde las clientes incurren en deuda superior a cinco mil dólares, según un estudio del Instituto Nacional de la Migración de la República Dominicana.
La principal ruta que mueve mujeres opera desde Santo Domingo, por el aeropuerto Las Américas (AILA) con destino al aeropuerto de Madrid, España y desde allí son dispersadas en distintas ciudades de esa nación, según un trabajado de investigación de Tahira Vargas, Katia Núñez y Rosa Beltrán dado a conocer en la obra “Trata de Mujeres Dominicanas en Costa Rica, Suiza y España”.
Una segunda ruta también opera desde la terminal del aeropuerto Las Américas y Punta Cana, La Altagracia , con destino a Moscú, y desde esa ciudad la distribuyen en Turquía, Grecia y España.
Una tercera ruta de explotación de mujeres sale por el AILA y en vuelo hacia Argentina, América del sur y desde allí la trasladan a Eslovenia y España.
La cuarta ruta recluta mujeres, preferiblemente entre 18 a 35 años para transportarlas desde Santo Domingo a Polonia y desde allí las trasladan a Grecia y España.
La quinta ruta tiene como norma transportar las mujeres desde Santo Domingo con destino a Panamá y desde allí las trasladan a Madrid.
Las mujeres, una vez llegan a su destino, son despojadas de sus pasaportes, documentos personales y pueden pasar largos períodos sometidas a explotación debido al desconocimiento de sus derechos, según las investigadoras.
Reportes de instituciones no gubernamentales de Suiza confirman que las mujeres que salen desde República Dominicana cuando llegan esa nación tienen deudas con los dueños de las redes superiores 5,000 francos, el equivalente US$5,437,00.
Según la investigación auspiciada por el Instituto Nacional de la Migración de la República Dominicana, la Comunidad Económica Europea y el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), los promotores de las redes se esconden en el turismo.
