Santo Domingo.- Un especialista en derecho electoral, Pablo Vicente, planteo que ante la gran cantidad impugnaciones que han surgidos en las organizaciones políticas que es importante dotar de mayor legitimidad el proceso de elección por encuestas.
El presidente de la Fundación Justicia y Desarrollo Local (FUJUDEL) planteó que el método de encuesta es el menos democrático en vista de que da la oportunidad de quien tenga más facilidad de posicionarse en el mercado político electoral y además que afecta la democracia interna de los partidos políticos.
En torno a las encuestas, Vicente entiende que, si se utilizan de manera apropiada, las encuestas o sondeos de opinión pueden ser un método útil, el peligro con las encuestas es que pueden ser manipuladas de distintas formas al seleccionar las preguntas, en la definición de la muestra y el momento de aplicarlas.
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“Como forma de lograr una mayor legitimidad en el método de encuesta creo que es importante que los partidos apliquen al menos tres encuestas de diferentes encuestadoras para definir una candidatura, de esa manera al menos se logra una mayor legitimidad del proceso”, recomendó Pablo Vicente.
Sin lugar a duda, la inclusión de las encuestas como modalidad de elección de candidatos y candidatas a cargos de elección popular, como plantea la Ley No. 33-18 de partidos, agrupaciones y movimientos políticos, es uno de los más graves desaciertos de dicha ley, por lo que los partidos políticos tienen que lograr que ese mecanismo de elección sea lo más legítimo posible. Puntualizó
Suplantar el voto por las encuestas atenta contra el libre ejercicio del sufragio, consagrado en el artículo 208 de la Constitución Política y el funcionamiento democrático con que deben funcionar los partidos políticos, de conformidad con el artículo 216 de la misma.
Dijo que existe una tendencia en América Latina de reemplazar las elecciones internas o primarias por la realización de encuestas sobre preferencias electorales e intención del voto. Esto se ha presentado en varios países de la región, como México y Chile, tanto en elecciones presidenciales como en comicios locales.
