Una lustración, la mejor medicina para nuestro quehacer político

Los políticos se indignan ante crímenes que solo ellos han producido las causas. Se mueren miles en un mismo hospital y solo cuando una dolorosa madre reclama quien le devolverá sus hijos, que solo dos días antes tenía, es que alguien asegura que el problema lo hubiese resuelto rápidamente y estamos seguro de que es así.

Pero igual hay otros niños con meses y meses esperando una operación que precisamente en ese lugar ha sido imposible llevarla a cabo por falta de recursos, porque las bacterias se han hecho dueñas del lugar pero nadie ha podido resolver esto “rápidamente”, muy a pesar de que le ha sobrado tiempo y recursos, ¿entonces qué?

De lo que si estamos seguros, es de que si los recursos para ser “Solidarios” se hubiesen dedicado o se dedican a ser más efectivos los servicios médicos en estos hospitales y se establecen los controles de lugar para que médicos, enfermeras y empleados de salud no desvíen estos recursos, hoy, menos muertos habrían, menos “clientelismo solidario” y más, mucho más salud dentro de esa masa amorfa que solo sirve para dar su voto.

Al decir esto quizás algunos “altruistas” con el dinero del pueblo, ose decir que esto se llama ser o incitar el golpismo o algo parecido pero, aun así, ¿de qué nos sirven o para que nos sirven los políticos?, esos mismos que constituyen un agrupamiento de ignaros, indolentes, farsantes que solo defienden con un grado de descaro inimaginable el desgraciado clientelismo que arrastra desvergüenza, humillación y muerte a la clase más pobre, mientras estos nescientes se comportan como dioses salvadores en base a los recursos del pueblo, ¿para qué nos sirven?

Tanto da la gota de agua en el cántaro hasta que le abre un hoyo y quizás por eso, ya en este país, el robo que ejecutan los rateros o las indelicadezas que realizan los enganchados a la política, se ha convertido en una real profesión más que en un delito. Y, por demás, sin riesgo, sin castigo, con blindaje y además “archivos especiales”. Por eso, quizás, solo para probar, ya que creo sea difícil cambiarlos pero, a nuestros políticos les caería bien, hacerles una lustración, para intentar purificar basura con basura.

Viven de la mentira cimentada en la verdad. Nos quitan lo que necesitamos para vivir, con impuestos supuestamente para poner a mal vivir a los desamparados de todo, aunque siempre la mejor porción es para ellos de una u otra manera. Su credibilidad es siempre dudosa y los fines por los que abogan mucho más. Siempre los rodea la intríngulis del por qué.

Supuestamente una cámara se desprendió del famoso barrilito pero, ojo, atentos, porque por algún lado esta acción puede repollar en más

beneficio que sacrificio para ellos. Mientras tanto, continuamos entre sobresaltos y temores por cada acción que ejecutan. Ahora quieren vender las acciones de la Tabacalera porque resultan altamente nocivos los productos que elaboran… ¡Hum!

¿Nocivos?, bien, podemos decir que si, aunque después se verán las reales y verdaderas causas, motivos o finalidad. Aunque podemos decir que por igual de nocivos resultan las creaciones constantes de parcelas políticas que ostentosamente se hacen llamar partidos y las cuales por igual, causan más daño a la sociedad que el mismo tabaco.

Pero, si la venta que va hacer el Estado es por lo nocivo del tabaco, entonces, por lógica, el próximo paso inmediato será prohibir el fumar en todos los lugares públicos, ya sean cerrados, abiertos o privados, todo esto para cuidar, proteger y defender la salud de los ciudadanos aunque y por igual, deberían hacer con los parásitos enquistados en las parcelas políticas. ¿O no?.. ¡Si señor!

Twitter:@rafaelpiloto01