Que una canción se convierta en viral a pesar de estar divorciada de la orgía musical vulgar y desechable de estos tiempos, es como para llamar la atención de quienes tienen derecho a mejores opciones.
Es lo que ha pasado con Eta’ que ta’ aquí, canción que no pretende un discurso filosófico sí destaca uno que refleja la idiosincrasia del pueblo llano.
Andre o André Veloz (las reglas de acentuación no le quitan el sueño), es la intérprete de esta canción de letras sencillas y ritmo contagioso que anda de boca en boca en calles, casas y oficinas.
Andre nació en los años 80 en St. Croix, Islas Vírgenes y se crió entre el Bronx y Santiago de los Caballeros, combinación social que da sentido y sabor a su propuesta musical cuya base se sustenta en la bachata de pueblo.
Es hija de los dominicanos Dulce Hiraldo, abogada que rehizo su vida en Nueva York y hoy día trabaja en una escuela del Bronx, mientras su padre, Luis José Martínez, reside y trabaja en Las Canas, Luperón, Puerto Plata.
Desde pequeña su tío Lisfredys Hiraldo Veloz, abogado de profesión, ha sido la figura paterna que estuvo y está en los momentos claves de la vida personal y profesional de Andre, una artista sin poses de diva, segura de lo que quiere y comprometida con su carrera.
¿Dónde naciste y cuándo? (no tienes que poner año)
Nací en los 80’s en St. Croix, Islas Vírgenes. Mi abuela residía y tenía su negocio allá, y por la conveniencia que trae nacer con doble ciudadanía fui a nacer en Christiansted.
¿A qué edad te trajeron a RD?
Me llevaron inmediatamente a “Erredé”. Mis primeros años fueron en Santiago y de ahí mi vida fluctuaba entre Imbert, Las Canas y Santiago. Ya como a eso de los 8 años me mudé definitivamente a Santiago.
¿Cuándo inicias tu vida en Estados Unidos?
Decidí mudarme a los Estados Unidos ya de adulta. Tenía 21 años y aquí recomencé todo de cero. Universidad, trabajos, todos los elementos de una vida adulta y normal ¡Pero qué va! La música es lo mío.
¿De dónde te viene la vena artística?
Mami dice que como ella no tenía para pagar niñera, a mí me cuidaba un radio con un cassette de Juan Gabriel. Y que antes de yo aprender a hablar ya cantaba. Es una historia bonita y me gusta pensar que es verdad, jajajajaja. Papi, dibuja también, pero en general creo que vengo de una familia muy musical y muy alegre. Te estoy hablando de que de niña a mí me gustaban los sábados, porque yo sabía que eran días de “echar agua” y de poner la música «A tóa».
En conclusión, la música siempre nos rodeaba.
¿Cómo descubres esa vocación?
Yo siempre supe que quería ser cantante y creo que siempre lo he sido. En la escuela siempre me destacaba por eso mismo, porque el “performance” me llamaba y yo no lo ocultaba. Tengo la ventaja de que siempre he sabido qué es lo que amo en esta vida. Tú te imaginas la cantidad de gente que anda por el mundo sin saber a dónde van o tratando de encontrarse a sí misma. Cuando uno está en sus años formativos o es un “young adult”, Lo primero que a uno le dicen es que sea realista y que elija una carrera de verdad.
De ahí viene la parte en la que yo misma decido que ser realista no es para mí. En conclusión, si acaso, la parte más difícil para mí era aceptar yo misma, que tenía mi vocación clara, y que esto era algo bueno, contrario a lo que me dijeran.
¿Cuándo te inicias a nivel profesional?
Empiezo formalmente a los 14 años de edad, con un “garaje band” que debutó en mi fiesta de 15 años. No sonábamos bien, pero desde los 14 tengo la disciplina que conlleva tener un proyecto musical y sobre todo el liderazgo para armarlo.
¿Cómo definir tu propuesta musical?
Divertida, “playful” y también muy respetuosa de la gente que decide escuchar mis canciones. Mi música está muy enraizada en la nostalgia que yo siento por mi país ahora que no vivo allá y también en la nostalgia que siento al recordar los años en que en mi país no había malicia, sino nobleza.
¿Cuáles son tus influencias musicales?
No voy a responderla porque no acabaría hoy. Solo te digo que desde el rock, jazz, blues, a la bachata mas roja o el merengue de Fefa (Fefita la Grande).
Eta’ que ta’ aquí, sin duda se ha convertido en un éxito viral. ¿Esperabas esa reacción de la gente?
No me lo esperaba, pero sin duda es una oportunidad muy bienvenida. A mí misma me gusta mucho la canción (compuesta por Lenino y yo), es relajada en términos de relax y también del relajo, pero a su vez habla de las cosas que le pasan a uno por la cabeza cuando está cómodo en su casa.
¿Cuántas producciones discográficas?
Tengo una producción del 2014 en las plataformas digitales llamada «Cabaret Bachata». De ahí solo he hecho “releases” como singles.
¿Cuándo vienes a RD con tu grupo?
¿Qué cuando voy? Desde que alguien me invite formalmente jajajajajajajaja. Tú sabes que el horno no está para bizcochitos y quiero ir, pero quiero ir con los cuatro jinetes de «La foforera»: John Chapman (Bass), Cunco (percusión), Pin Bencosme y Francisquito Reyes. Ir sin ellos no sería igual de divertido, así que estamos aceptando invitaciones.