Hans Dannenberg
Soy hija de uno de los primeros diez egresados de la Escuela Diplomática, quien no ejerció por un encontronazo con Trujillo, antojado de la muchacha con que había asistido a una de sus fiestas. Mi padre terminó como secretario del presidente de la Alcoa Co., en Manzanillo, porque hablaba varios idiomas y era un relacionista […]