Periodismo: El oficio de engreírse
Ah!, el periodismo. Este es un oficio peligroso. Y no lo digo porque uno vaya a recibir un daño por algo que se escribió o dijo. De mártires están repletos los cuatro puntos cardinales, y agregar uno más a esas zonas no es mi deseo. Los peores daños los recibe siempre el espíritu, ya que los estropicios tangibles, palpables, son reconocibles y fácilmente enmendables.