Inverosímil
El embajador Miguel Mejía puede ser objeto de reconocimiento por la firmeza de sus convicciones, sin importarle el cargo, sobre la crisis de Venezuela. Pero deja mucho que desear que en su condición de ministro para políticas de integración regional de República Dominicana critique de manera reiterada las decisiones del presidente Luis Abinader con respecto a la nación suramericana.