La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) consideró hoy que para reducir el hambre y la emigración hay que mejorar las condiciones de vida del hombre del campo, los medios de trabajo y todos los aspectos relativos a la seguridad alimentaria y la nutrición.

La FAO expresó que el objetivo mundial de esa organización es alcanzar “Hambre cero en 2030” pero no puede lograrse sin tomar en cuenta las conexiones entre la seguridad alimentaria, el desarrollo rural y la migración, según el representante de ese organismo en el país, Carmelo Gallardo,
El representante de la FAO habló durante un desayuno-conversatorio, con motivo del Día Mundial de la Alimentación, que celebra cada año 16 de octubre, donde consideró que el desarrollo rural puede abordar factores determinantes ante el desafío migratorio, creando oportunidades de negocio y empleo, contribuyendo a su vez a una mayor seguridad alimentaria, medios de vida más resilientes, un mejor acceso a la protección social, una reducción de los conflictos sobre los recursos naturales y soluciones a la degradación del medio ambiente y cambio climático.

Las palabras de apertura estuvieron a cargo de los representantes de la FAO y OIM, Carmelo Gallardo y Jorge Bacca, respectivamente, así como de Ismael Cruz, viceministro de Desarrollo Rural del Ministerio de Agricultura y Alejandra Liriano, viceministra de la Presidencia.

La creación de condiciones que permitan a las poblaciones rurales, especialmente a los jóvenes, permanecer en sus hogares cuando sientan que es seguro hacerlo y tener medios de vida más resilientes, es un componente crucial para emprender el desafío migratorio.

El panel contó con una representación del Gobierno a cargo del de los ministerios de Agricultura, de la Presidencia, Economía, Planificación y Desarrollo.