La vulnerabilidad del territorio frente al narcotráfico ha vuelto a evidenciarse con cargamentos tan aleccionadores como los 171 paquetes de cocaína decomisados por la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) en puntos tan emblemáticos como los aeropuertos Las Américas y Punta Cana, así como en el muelle multimodal Caucedo.
Los 50 paquetes encontrados hace sólo unos días en Bávaro y otros 44 kilos en Nisibón se combinan con los cargamentos confiscados en las terminales para llamar la atención sobre la fragilidad de la vigilancia aérea y marítima o la capacidad del narcotráfico para burlarla.
Los aviones Tucano, las lanchas rápidas de que hace gala la Marina de Guerra ni los controles fronterizos han evitado, conforme a los frecuentes y cuantiosos decomisos de que dan cuenta las propias autoridades, que se incremente el trasiego de cocaína al territorio.
No son poca cosa las drogas que se confiscan ni las personas que se detienen. Pero sobre todo mulas y turistas al tratar de salir por cualquier de los aeropuertos sin la menor preocupación con el estómago atiborrado de cocaína o con paquetes camuflados en equipajes.
Como si además de ruta para el narcotráfico el país fuera un centro de acopio muchos viajeros, nacionales y extranjeros, saben dónde abastecerse de la sustancia que también es citada como una de los primeros causantes de la criminalidad y la delincuencia que azotan a la población.
Son factores que, a propósito de los 171 paquetes de cocaína confiscados por la DNCD en operativos en Las Américas, el puerto multimodal Caucedo y en Punta Cana, tienen que ponderar las autoridades en la estrategia contra la proliferación de drogas que inunda el territorio.
Si bien la DNCD realiza una gran labor, como se advierte en los diferentes cargamentos que han sido incautados y las decenas de personas detenidas, es obvio que el blindaje para contener el abundante flujo de cocaína que toca suelo dominicano tiene que ser más riguroso.
Huelga reconocer que no toda la droga que penetra al país es confiscada. Sobran los ejemplos sobre cargamentos procedentes de República Dominicana decomisados en Puerto Rico, Estados Unidos y diferentes naciones europeas.
