Fraternidad

El maravilloso mundo del fútbol es una fuente inagotable inspiradora de temas alternativos relacionados al más popular de todos los deportes.

La final de la edición número 33 de la Copa Africana de las Naciones celebrada en Camerún, le permitió a Senegal ganar su primer trofeo continental, y la misma motivó este artículo.

Senegal, la selección ganadora del certamen, es un país ubicado en la costa oeste del continente africano que tiene una población de 17 millones de habitantes y su capital es Dakar.

En tanto que la capital de Egipto, la otra selección finalista, es El Cairo y la vasta geografía de este país transcontinental, alberga al famoso canal de Suez que une el mar Mediterráneo con el Rojo. Egipto tiene más de 100 millones de habitantes.

Dakar y el Cairo están distantes de 7.500 kilómetros, pero, hermanadas por el fútbol, porque, si bien fueron rivales en la gran final, los dos jugadores más emblemáticos de ambas selecciones, Sadio Mane y Mo Salah juegan juntos en el Liverpool de Inglaterra.

Sedhiou Mane (29 años) jugó en el Metz de la liga francesa, en el Red Bull de Austria, así como en el Southampton de Inglaterra y, desde el 2016,forma parte del Liverpool. En el 2019 recibió el Balón de Oro Africano, galardón que reconoce al mejor futbolista del continente negro, en tanto que en Camerún, fue distinguido como el jugador más valioso de la Copa Africana de las Naciones.

Mohamed Salah (29 años) , por su parte, se dio a conocer en el fútbol europeo jugando para el Basilea de Suiza, luego pasó al Chelsea de Londres y posteriormente jugó con la Fiorentina y Roma de Italia. En el 2017 el Liverpool lo compró por 50 millones de dólares y desde entonces se ha convertido en la figura indiscutible de su equipo. Salah ha ganado el Balón de Oro africano en los años 2017 y 2018.

Tanto Mane como Salah, son extraordinarios futbolistas que fueron rivales en la final de la Copa Africana de las Naciones, pero que son compañeros de equipo en el Liverpool y entrañables amigos.

A la reconocida calidad futbolística de ambos, hay que agregarle la humildad y sensibilidad humana que les caracteriza. Definitivamente, son ejemplos a seguir.

Con frecuencia, entre las personas que conviven en un mismo espacio (hogar o club) se producen rivalidades, envidias, celos, pero también empatía, respeto, tolerancia, así como cariño y admiración.

Cuán sabio fue el Papa Francisco al decir que la fraternidad era la nueva frontera de la humanidad, porque la auténtica fraternidad no tiene patria.