Generalidades

Carlos T. Martínez

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Edgar Pérez Martínez se desvive por la ópera

Quiero destacar en esta columna la encomiable labor que realiza Edgar Pérez Martínez en busca de óperas que puedan enriquecer la cultura de los dominicanos, tal como lo hizo algunos meses atrás con “La viuda alegre”, una obra que dejó a todo el mundo feliz.

Viena es una de las ciudades clave que visita regularmente este productor para buscar títulos que luego presenta en el país con artistas nacionales a internacionales.

Y no se trata de cualquier obra, sino que lo que Pérez Martínez trae por estas tierras son joyas musicales que muchas veces el dominicano medio no tiene oportunidad de disfrutar, ya sea por razones geográficas o por falta de tiempo. El se encarga de obviar esos obstáculos para que nadie se quede sin ver las óperas que han hecho historia y que él presenta a precios razonables.

Pero no sólo de ópera vive el hombre, por lo que recientemente estuvo en Cuba llevando el buen bolero a nuestros hermanos antillanos, dejándolos con ganas de que regrese lo más pronto posible con otras composiciones románticas.

El repertorio con que deleitó a los cubanos, en un espectáculo que llamó “Romance latino en Cuba”, en el teatro Mella, incluyó temas clásicos del género como “Total”, popularizado por Nelson Pineda; “Cómo fue”, la composición que cantó Benny Moré como nadie; “Piel canela”, de Bobby Capó, y “Preciosa”, de Rafael Hernández.

Igualmente, se escuchó la versión en bolero de “El día que me quieras”, el tango inmortal de Carlos Gardel, y “Tres veces te amo”, del dominicano Manuel Troncoso, y “Por amor”, de nuestro Rafael Solano.

Pérez Martínez es multifacético en toda la extensión de la palabra, ya que además de tenor, de donde nace su amor por la música, es piloto, neurocirujano, compositor y hombre de negocios.

Para poder promover todas las cosas que se le cruzan por la mente, Pérez Martínez creó la Sociedad ProArte Latinoamericana, una entidad sin fines de lucro con la que se le abren las puertas fácilmente en Estados Unidos, Europa y otros puntos del globo adonde llega en busca de material cultural.