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Guam, ecosistema perdido

Guam, ecosistema perdido

José Antonio Torres

La isla de Guam, en el Océano Pacífico occidental a 2.492 kilómetros de Filipinas es lo que podría decirse un pedazo del paraíso en la tierra, donde habitan 165 mil personas, incluyendo 6 mil soldados estadounidenses.

Hace cuatro décadas muchas aves nativas disfrutaban de una existencia idílica en los exuberantes bosques de la isla.

Pero en los últimos 20 años la presencia de casi dos millones de serpientes se han encargado prácticamente arrasar con las especies endémicas.

De acuerdo a los investigadores, en la actualidad 10 de las 12 especies de aves nativas de la isla están extintas.

Ahora que la comunidad aviar ha sido prácticamente exterminada, la población de dos millones de serpientes, cifra que creo exagerada porque en las islas Queimada Grande, en Brasil, habitan unas 15,000 serpientes, mientras en la de Shedao, en China, se estima que hay 20 mil de ellas.

Es bueno aclarar que la idea de este articulo no es desarrollar ofidiofobia en los lectores, sino llamar la atención sobre la debacle ecológica que se está produciendo.

«Se comen cualquier cosa», afirma Henry Pollock, director ejecutivo de Southern Plains Land Trust, una organización sin fines de lucro de Colorado que ha estudiado la ecología de Guam.

Pero las consecuencias de esta crisis se extienden mucho más allá de lo inquietante que se pueda sentir el silencio de sus bosques por falta de aves, poque lo que está ocurriendo en Guam es un experimento evolutivo propio de la naturaleza.

Aunque se cree que las serpientes han estado alterando el equilibrio de los ecosistemas de Guam, el hecho pasó desapercibido durante al menos 4 décadas.

A finales de los años 80, los ecologistas notaron que algo estaba acabando con las aves de la isla, pero nadie tenía idea de lo que era, hasta que en 1987 Julie Savidge, decidió rastrear a este misterioso asesino, que sospechaba era un pesticida o un virus. Su investigación reveló que, de hecho, se debía a las serpientes.

Sin aves que dispersen semillas, a menudo no hay nada en el suelo que pueda germinar, la estructura del bosque está cambiando y pronto puede que no haya una manera fácil de volver a la normalidad.