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Guerra e inflación

Guerra e inflación

Orión Mejía

A la par con el seguimiento que dispensamos a la invasión rusa a Ucrania y de precisar si el ejército rojo ya tocó puertas en Kiev, deberíamos preocuparnos por el impacto altamente negativo  de ese  suceso sobre la economía  dominicana, que en lo inmediato se expresa en el incremento de la inflación.

Rusia y Ucrania  son  grandes productores de gas natural, petróleo, carbón, trigo y maíz, por lo que ese conflicto representa un grave trastorno para la economía mundial, especialmente para la de Europa que importa desde territorio ruso la mitad del gas y una cuarta parte del petróleo que consume.

El impacto económico de la invasión rusa a Ucrania es de tal magnitud que ya se estima que el crecimiento de la  economía mundial se reducirá en un punto porcentual para este año y  que el nivel de inflación en Estados Unidos seguirá  alrededor del 8 % y el de la UE  por encima de un 5 por ciento.

A partir del ataque  ruso, el Banco Central Europeo enfrenta la disyuntiva de  si endurecer su política monetaria para afrontar la inflación o continuar con políticas de expansión monetaria ante  un nuevo traspié de la economía, cuya previsión de crecimiento  para 2022 se reduciría de 1.5% a 1%.

 República Dominicana inició el año con una inflación interanual de 8.3% y de 1.3% en  enero, pero la decisión del Banco Central de  elevar la tasa de política monetaria en 200 puntos básicos,  retirar gradualmente los 220 mil millones que insertó en la economía para promover su recuperación, evitó daños mayores.

La crisis de Ucrania agrava el escenario económico nacional, en especial por el lado de la inflación aguijoneada por las  fuertes alzas en los precios del petróleo,  gas natural, carbón,  trigo, maíz, soya, fertilizantes y casi todos los comodities.

Ucrania es uno de los principales productores de trigo y matiz, por lo que  se da por descontado que aquí se incrementaran aún más los precios del pollo, huevo y pan, alimentos esenciales en la canasta básica.

Ojala que  los efectos de esa invasión no perturben significativamente la recuperación del turismo, aunque es previsible que  el agravamiento de la crisis económica en Europa y la galopante inflación en Estados Unidos obrarían para mal.

Las exportaciones  de oro, plata, ferroníquel, tabaco, cacao, guineo, aguacate, azúcar y  otras relacionadas con las zonas francas sobrevivirían a la crisis Rusia-Occidente, pero las importaciones de materias primas básicas se encarecerían considerablemente. Hay que poner atención a lo que diga el presidente Hoy.