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Haití: “hambre eterna”

Haití: “hambre eterna”

Manuel Fermín

Por el discurso de ONU sobre Haití, de que 5.7 millones de personas (la mitad de la población) padecerán “hambre récord” en breve tiempo, hay que colegir que dicho emplazo se hace reclamando la estabilidad política del país.

Para decirlo de otro modo, no es posible atenuar dicha situación bajo el amparo del desorden y el caos reinante, o, contra la rueda de la Historia, un cambio revolucionario, rematadamente peor. Aún el carácter extremado de semejante opinión, no debe ocultarse el hecho de que este país está superpoblado, y esto mismo lo hace superhambriento y superpeligroso.

Ya antes Naciones Unidas hubo de plantearse la necesidad de “trasplantar población” en otros territorios vista la inviabilidad de esa nación como un Estado posible.

La sobrepoblación haitiana es un tema que se ha discutido como difícil de tratar, y lo que es más importante por ser un tema con implicaciones religiosas, políticas, racial y ética, y que tiene sentido humano no querer afrontar. Pero Haití necesita de una política de control natal rigurosa, pero no con métodos anti conceptivos tradicionales, sino de limitar los nacimientos aún lo interpreten como “higiene racial”, por vía de atar los ductos reproductores. Hay que cerrar los úteros prolíficos de las parturientas haitianas allá y aquí porque de no hacerlo hará más grave la ya atormentada historia de cuatro siglos que tenemos con el más lejano de nuestros vecinos cercanos. Para conseguir el fin, no importan los medios.

No podemos guardarnos de emitir juicios enervantes porque la realidad es que el problema de hambruna será permanente como ha sucedido en “el África subsahariana, cuya población aumentó de 100 millones de personas en 1900 a 770 millones en 2005” (David Rieff, El Oprobio del Hambre). Insisto, y es cierto: debemos hacerlo en nuestras maternidades aún los desbocados jinetes de la traición a la patria prefieran abdicar ante el despropósito de pretender fusionar las poblaciones. Aunque ayude la Comunidad Internacional a restablecer las desmanteladas estructuras productivas de Haití, el nublado seguirá en el mismo lado.