POR: Juan Taveras Hernández
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A los muchachos y muchachas del Partido de la Liberación Dominicana (lo de muchachos y muchachas es de cariño porque ya no lo son) todo les luce, todo les queda bonito, hasta lo feo es lindo. El proceso de escogencia de una parte de los miembros del Comité Central ha debido ser objeto de un escándalo extraordinario por la inversión millonaria que una buena parte de los aspirantes, ministros y viceministros, exministros y exviceministros, invirtieron sin que ninguna autoridad los llamara para preguntarles la procedencia del dinero.
Escuché al senador de la Vega, Euclides Sánchez, afirmar que algunos gastaron más de diez millones de pesos. Y se quedó corto. Algunos funcionarios “ganaron” la codiciada posición al CC del PLD utilizando todos los recursos disponibles en su cartera, como si fueran suyos.
Nadie sabe si fueron cien, doscientos o trescientos millones los que gastó el sector de Danilo Medina para garantizarse una mayoría mecánica en el CC y quitarle el poder al sector de Leonel. Nadie sabrá, de igual modo, cuántos millones gastó el segmento perdedor. Pero fueron muchos.
Es decir, es dinero del pueblo. Los grupos en pugna no repararon en detalles éticos o morales a la hora de gastar el dinero. No guardaron siquiera la apariencia. Y mientras los bandos gastaban a manos llenas el dinero del Estado, el jefe de la ética y la moral del gobierno, se hacía de la vista gorda.
(Vincho Castillo solo ve corrupción en la acera del frente. Y cuando le conviene, porque ahora es abogado defensor de Miguel Vargas en el caso del cheque de 15 millones de dólares que el Banco de Reservas, por órdenes de Leonel, le regaló como pago por los servicios prestados durante la campaña electoral pasada para que el PRD no ganara las elecciones).
Había que ver las vallas en todo el territorio nacional; ver los spots de televisión y escucharlos en la radio. Aquello fue un derroche de dinero sucio del lavado y del presupuesto nacional. Cualquiera podría pensar que se trataba de campañas presidenciales, congresuales y municipales, jamás para un simple puesto en un organismo que se reúne, como mucho, una o dos veces al año. (¿?)
Escuché al senador de Moca, José Rafael Vargas (Varguita), decir que “el Estado nos venció”. El dinero del Estado, como otras veces, fue un factor determinante en la “victoria” del grupo de Danilo. (Le pagó a Leonel con su propia medicina o con el mismo veneno)
Vincho se metió la lengua donde suele hacerlo; la gente del Ministerio Público, también.

