El Día de las Madres, que se festeja hoy, se erige como una de las efemérides de mayor arraigo entre los dominicanos, que aprovechan la ocasión para rendir tributo al ser más excelso de la creación, cuyo don de la maternidad da origen a la vida y trae consigo el inconmensurable amor de la progenitora por su hijo.
La mujer, en su rol de líder o guía de la familia, debe afrontar junto a los suyos las consecuencias que derivan de una dilatada crisis económica, matizada por elevada inflación, incremento de la delincuencia, criminalidad y acelerada pérdida de valores.
Ante la incertidumbre que agobia a la madre en su rol de rectora del hogar, cabe hoy recrear el pasaje bíblico del Jesús crucificado, quien al ver a María al pie del cadalso, junto a su discípulo Juan, exclama: “Mujer, he ahí a tu hijo, y a él le dice: “Hijo he ahí a tu madre”, con el cual manda al vástago a amarla y protegerla.
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La tasa de pobreza en República Dominicana oscila entre un 34. 1%, en el Gran Santo Domingo; región sur, 27. 6%, el este, 24.5 %, y el norte o Cibao, 21.3 %, pero se resalta que por cada cien hombres prevalecen 136 mujeres en condición de pobreza, lo que indica que la crisis impacta con mayor crudeza a la figura de la madre.
Ningún economista del mundo puede superar la resiliencia, tenacidad o habilidad de una jefa de hogar o madre soltera, que mantiene a su familia con ingresos mensuales promedio de tan solo RD$6,306.62 para afrontar una canasta de consumo mínimo ascendente a RD$34,640.
No debería ser motivo de júbilo para el Gobierno o el Estado proclamar que la pobreza moderada o extrema experimenta algún tipo de reducción, porque los niveles de penurias economías o indigencia social constituyen todavía un motivo de vergüenza, cuya justificación raya en la inmoralidad.
Al Gobierno, clase política y sector productivo corresponde trabajar incansablemente en el propósito de lograr un perfil de nación y de sociedad sostenido en justicia y equidad, en el cual una madre no se sienta atribulada por la incertidumbre ni la angustia.
El Nacional participa del regocijo colectivo por la celebración hoy del Día de las Madres, ante quienes se inclina reverente en señal de estima y admiración, al tiempo que eleva plegarias al Altísimo por las progenitoras fallecidas, cuyos hijos recuerdan hoy y siempre con gran fervor filial.