El estallido social de 2019, que tuvo como detonante el alza en la tarifa del transporte, es uno de los muchos referentes de las elecciones que hoy enfrentan en Chile dos frentes políticos liderados por el derechista José Antonio Kast y el izquierdista Gabriel Boric.

Las oscilaciones de la última década, en las que han gobernado tanto representantes de derecha como de izquierda, no presagian sorpresa, pero tampoco malestar, con la victoria de cualquier de los dos candidatos. Antes que en los extremos ambos parece que se han colocado en el centro.

Las últimas encuestas favorecían a Boric sobre Kast, pero no por mucho margen. El representante de la derecha, que se ha identificado con el modelo económico del dictador Augusto Pinochet, viene de triunfar en la primera vuelta con 27.91%. Boric, quien para el balotaje cuenta el respaldo de una veintena de organizaciones, viene de llegar en segundo lugar con 25,82%.

Tras el triunfo en las votaciones para la elección de la Asamblea que modificó la Constitución, la izquierda se perfila como la ganadora de las votaciones de este domingo.

Un indicio muy elocuente es la moderación del candidato de izquierda, quien en lugar de compañeros y compañeras prefiere utilizar términos más conciliadoras e integradores como chilenos y chilenas. Sabe Boric que radicalizar el discurso podría asustar a sectores cuya principal preocupación es el orden y la estabilidad social. También Kast moderó su radicalismo de derecha.