Editorial

Hora de los hornos

Hora de los hornos

Estados Unidos apura diligencias para integrar lo que el subsecretario de Estado, Brian Nichols, adelantó que sería  “una fuerza policial con elementos militares”, que posiblemente opere en Haití a principios de noviembre bajo el manto de las Naciones Unidas (ONU), lo que indica que se acerca la hora de los hornos.

El secretario de Estado, Antony Blinken, viajó a Ottawa, Canadá, para discutir con el primer ministro, Justin Trudeau, la conformación de “una fuerza de intervención”, aunque el gobierno canadiense insistió en que debe evaluar opciones en consulta con socios regionales de la ONU  y de la Comunidad del Caribe (Caricom).

Se vislumbra con relativa claridad que Washington desearía que Canadá lidere ese proyecto de intervención, que sería bajo la modalidad de “fuerza policial integrada por militares”, y que empezaría a operar en Haití “a principios de noviembre”.

Ningún país se ofrece para encabezar la misión de la ONU, a pesar de que el subsecretario Nichols dijo que una “cantidad de países” tienen la capacidad de liderarla, “incluido Canadá”, pero admite que aún no hay decisión al respecto, aunque  afirmó que en decenas de gobiernos  consultados “existe un fuerte apoyo para una fuerza multinacional”.

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En el contexto de las gestiones que realiza el Departamento de Estado para conformar esa fuerza, se entiende que la subsecretaria de Seguridad Ciudadana, Democracia y Derechos Humanos, Uzra Zeya, no vino a República Dominicana a pedirle al Gobierno que  siga avanzando en el combate  de trata de personas.

Perece obvio que  esa funcionaria  tuvo la encomienda de  solicitar  al presidente Luis Abinader dispensar trato de excepción al desborde migratorio que podría producirse a consecuencia de la referida intervención militar en Haití, aunque también agregó a poblaciones vulnerables de “dominicanos descendientes de haitianos”.

Como en otras intervenciones de cascos azules de la ONU  en Haití, sólo se sabe la fecha de ingreso de las tropas pero la consecución de sus propósitos y la magnitud de los daños colaterales que puedan causar, quedarán en terreno de incertidumbre.

Ha sido el subsecretario Nichols quien ha dicho que  el proyecto de intervención militar en Haití podría estar concluido a “principios de noviembre”, por lo que  desde ahora  cuentan los días, las horas y los minutos, en base al dicho aquel de que no es lo mismo  invocar la presencia del demonio que verlo venir.

El Nacional

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