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Hora del voto

Hora del voto

Las motivaciones del voto para las elecciones de este domingo han tenido en trascendentales acontecimientos históricos que han impactado en la suerte de naciones y de la humanidad un valiosísimo soporte.

Las exhortaciones para que los electores concurran a las urnas, como si en las votaciones de hoy estuviera más en juego que la elección de nuevas autoridades, son dignas de antología.

En las redes circuló un recuento sobre grandes acontecimientos decididos por un voto. En 1649, Carlos I, rey de Inglaterra, fue ejecutado por un voto de diferencia; en 1776 Estados Unidos adopta el idioma inglés en lugar del alemán por solo un voto; por la misma cantidad de diferencia Texas se une a Estados Unidos; en 1876 Francia se convierte en República por igual diferencia, y por un voto Adolfo Hitler gana en 1923 la presidencia del partido nazi. Pero todavía hay más.

Se ha traído a colación la reflexión de George Jean Nathan en el sentido de que “Los malos gobernantes son elegidos por los buenos ciudadanos que no votan”. Si por motivación es, motivaciones ha habido de sobra para que la gente no se quede sin votar por miedo al coronavirus o alguna otra razón.

Las prevenciones adoptadas por la Junta Central Electoral (JCE) y los propios partidos políticos contra el contagio son otro motivo para que los escépticos no se queden en sus casas y concurran a las urnas a votar por el candidato que les dicte su conciencia. Pero además cabe esperar que se cumpla la garantía de que en el proceso no habrá manipulación de los resultados.

El Nacional

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