Para la alta tensión que se creó los incidentes durante la marcha patriótica al Hoyo de Friusa, promovida por la Antigua Orden Dominicana, resultan de poca monta, aunque no debieron ocurrir. Los manifestantes debieron percatarse del alcance del permiso antes de tratar de penetrar a la barriada cercana a áreas turísticas ocupada por haitianos.

La Policía y los militares desplegados en la zona con la determinación de prevenir agresiones o confrontaciones impidieron que los manifestantes penetraran a la barriada, porque, según se alegó, carecían de permiso para hacerlo.

La marcha puede prestarse a conjeturas, pero por encima de cualquier cuestionamiento está el respeto a las libertades públicas y a derechos como el de las protestas. Tal vez la Plaza de la Bandera o el parque Independencia hubieran sido mejores escenarios para reivindicar el patriotismo, pero la agrupación consideró el Hoyo de Friusa como el lugar más indicado para expresar sus sentimientos nacionalistas.

Puedes leer: Batalla 30 de marzo: gesta heroica

Para prevenir que la manifestación degenerara en incidentes, las autoridades militarizaron el sector para garantizar la seguridad y el orden. Aunque algunos sectores tuvieran sus reparos había que permitir a la Antigua Orden Dominicana, sin importar su ideología, celebrar su marcha. Si entendió que el Hoyo de Friusa era el lugar más indicado es un criterio que tiene que respetarse. Lo que no se podía permitir eran agresiones o confrontaciones que alteraran el orden público ni la seguridad física.