Articulistas

Idolatría: la exposición

Idolatría: la exposición

2 de 3
Para interpretar la novela Idolatría, un denso panorama narrativo que mezcla historia y mito apoyados en una intertextualidad que evade la literariedad para posibilitar otra historia sobre Liborio Mateo Ledesma (1876-1922), un personaje que sacudió las bases de la santería dominicana y que, tras convertirse en líder mesiánico en la región sur del país, fue perseguido primero por los gobiernos dominicanos y luego por los interventores norteamericanos del 1916, quienes lo apresaron y ultimaron en 1922.

La recreación en imágenes de los expositores agrupados en esta muestra se apoya en pasajes y metáforas visiblemente identificables de la novela. Iris Pérez, por ejemplo, desarrolla su ejecución extrayendo el tema del capítulo siete [Hay un árbol perdido] y lo interpreta con un tratamiento figurativo que envuelve en su atmósfera árboles florecidos de personas y un cielo bañado de estrellas, parecidas éstas a ojos que escudriñan la escena. Debo explicar que cuanto utilizo el vocablo metáfora lo hago de acuerdo a la explicación vertida por Aristóteles en su Poética, a la que describe “como la aplicación a un objeto de un nombre que en realidad pertenece a otra cosa”.

Clinton López recrea su obra en acrílica, apoyándose en el capítulo cinco del texto [Mientras las aguas sudan], un denso pasaje con recuentos históricos al que López, en una facturación abstracta con impregnaciones de objetos figurativos, condensa sobre un fondo azul. Otra de las obras expuestas que adentran al espectador en los puntos focales de la novela, es una acrílica de Manuel Montilla, concebida con un toque onírico que recuerda las figuras flotantes de Joan Miró y titulada Alucinaciones de Papá Liborio.

Esta obra de Montilla envuelve al lector en el ambiente mágico que fluye a través del personaje central. Antonio Guadalupe, uno de los productores plásticos dominicanos que suelen establecer sus creaciones mediante profundos estudios antropológicos, participa en la muestra Idolatría con una obra figurativa [El sueño de Liborio], cuyo argumento extrae de la página setenta y cuatro, relacionado con uno de los objetos metafóricos del texto: la cruz, la que de acuerdo a la cita del pintor, “era la más grande [de todas las cruces] y estaba destinada al trono de Gatagás, El Divino y también llamado el Octavo Sabio y Quinto Evangelista”.

También Francisco Santos, un artista vinculado al cromatismo implementado por Cándido Bidó, desarrolla su participación en la muestra con una obra de factura realista, cuyo tema lo extrae de la misma página setenta y cuatro y a la cual nomina Las tres cruces y la Laguna Cristal.

Elsa Núñez, con el tratamiento habitual que da a su obra, en donde presenta la imagen de la mujer envuelta en un velo de misterio y cuya lectura conduce hacia la paz y la procreación, sella su participación con Minerva esparciendo margaritas, una pintura que se apoya en el fragmento “en tres corceles poderosos venían Minerva, Patria y María Teresa, que dejaban caer cientos de margaritas”, de la página doscientos sesenta de Idolatría.

El Nacional

La Voz de Todos