Cuatro años, 11 meses y tres días después del asesinato del profesor Yuniol Ramírez los jueces del Segundo Tribunal Colegiado del Distrito Nacional pronuncian la sentencia contra los imputados.

El hecho ocurrió el 11 de octubre 2017, cuando Argenis Contreras llegó a la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), donde el catedrático impartía docencia, y lo llamó diciéndole que “quería hablar con él” le pidió que abordara en vehículo, le dio un balazo y emprendió la huida con el cadáver.

Según el expediente a Yunior le dieron muerte porque en su condición de abogado, solicitó al exdirector de la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA), Manuel Antonio Rivas, la entrega de documentaciones correspondientes a las unidades de autobuses reconstruidas por esa institución desde el año 2012 al 2017.

Rivas contactó a Faustino Rosario Díaz, exdirector financiero de la OMSA, y a Eddy Rafael Santana Zorrilla, exsuplidor de la empresa para que hablaran y negociaran un pacto con el jurista.

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Ya con el abogado muerto entra un nuevo imputado Víctor Elisander Ravelo Campos, “El Herrero”, quien coordinó con Argenis el ocultamiento del cuerpo sin vida de Yuniol.

Luego, José Antonio Mercado Blanco, “El Grande”, se trasladó junto con Argenis a la cañada Arroyo Varía en Manoguayabo, donde antes de lanzar el cadáver al agua lo amarraron con cadenas, candados y bloques de cemento.

El macabro plan continuó con el ocultamiento del vehículo y el arma de fuego que utilizó Argenis, para lo primero el imputado contactó a Lilian Francisca Suarez quien a su vez habló con Juan Díaz Agüero para que guardara el vehículo en su casa, donde fue abandonado.

Posteriormente, Heidy Carolina Peña, esposa de Argenis, recibió las instrucciones para que ocultara la pistola en su habitación.