Opinión Articulistas

Importante vs urgente

Importante vs urgente

Orlando Jorge Villegas

Con la Revolución Industrial, el mundo inició un proceso de aceleramiento en todos los sentidos. La tecnología trajo a nuestras sociedades mucho desarrollo, y con él, los seres humanos fueron accediendo a un ciclo donde el trabajo era más importante que la calidad de vida. Con el tiempo, y a medida que pasaban eventos importantes como las Guerras Mundiales I y II, las diferentes etapas del “Gilded Age” norteamericano, la Guerra Fría, entre otros, los parámetros de éxito en una sociedad se fueron conjugando alrededor del hombre trabajador y próspero económicamente. Los resultados en el ámbito laboral, eran medidos, por lo menos para la mayoría de los trabajadores, por las horas dedicadas, que por un logro tangible o intangible.

La migración cada vez mayor de ciudadanos del campo a la ciudad, también propiciaba un aumento de densidad poblacional en las zonas urbanas. Al final la vida se volvió una competencia: quien tiene más riqueza, mejores carros, mejor familia, etc.

La vida comenzó a basarse alrededor de lo “urgente”. El día a día consumía cualquier tipo de relaciones interpersonales, la vida familiar, los valores y principios, la forma de consumir, y otras conductas de la naturaleza humana. Se volvió más importante acumular horas de trabajo y riqueza, que tener una familia estable, por ejemplo.

Pero así mismo, los gobiernos, sobre todo en Occidente, donde la democracia habían acampado, y los períodos presidenciales o parlamentarios normalmente promedian los cuatro años, fueron creciendo en forma y fondo. Más recursos, pero a la vez, más deuda. Más intereses locales e internacionales, pero muchos problemas históricos acumulados. El Estado se convirtió una máquina de burocracia, incompatible con un mundo cada vez más rápido. Las decisiones toman más tiempo, y la ejecución cruza por un sinnúmero de procesos.

Inmiscuidos en las presiones diarias, las crisis propias del sistema, y prioridades a veces no definidas, los aparatos estatales dejaron lo importante por lo urgente. Hago hincapié en el párrafo anterior en Occidente, porque en Oriente, una gran parte de los gobiernos se suceden entre sí, permitiendo mayor estabilidad de las políticas públicas en el tiempo.

Las sociedades hoy se debaten entre lo importante y lo urgente. La reciente tragedia del Jet Set nos deja dos lecciones en ese sentido: el día a día de las autoridades escapa detalles como la supervisión de infraestructuras privadas; y el día a día de los ciudadanos nos hace olvidar que cuando menos esperamos, un allegado o familiar se nos puede ir de esta vida, dejándonos el remordimiento de no haber compartido más tiempo con esa persona. Todo eso porque estamos pendiente a lo urgente, no a lo importante.

Por: Orlando Jorge Villegas

ojorge@jvmediagroup.com

El Nacional

Es la voz de los que no tienen voz y representa los intereses de aquellos que aportan y trabajan por edificar una gran nación