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Innovación y consistencia

Innovación y consistencia

Pablo del Rosario

“Locura: Hacer siempre lo mismo y esperar resultados diferentes”, Albert Einstein.
Nuestra realidad como país es bastante parecida a lo consignado en la cita que antecede, esto así, porque en aspectos tan importantes como: Salud, educación, vivienda, medio ambiente, agua potable, tránsito vehicular, transporte colectivo, motoconcho, seguridad ciudadana y muchos más que sería prolijo enumerar, seguimos siendo deficientes.

Es cierto que se han registrado avances importantes en algunos de los temas precitados, pero otros siguen siendo tareas pendientes que, por su prioridad e importancia, ameritan una dosis mayor de ejecución consistente con apego a los reglamentos establecidos para mejorarlos.

Evitar que esas deficiencias se hagan endémicas es labor de las autoridades respectivas. No basta con aplicar “operativos”, hay que continuar con la misma intensidad hasta lograr que el objetivo propuesto sea permanente. Sé que corro el riesgo de parecer repetitivo, pero si así contribuyo (aunque sea mínimamente) a la solución. ¡enhorabuena!
Ser una voz que clama en el desierto es poco estimulante; renunciar a exigir soluciones definitivas y convenientes para todos es indigno. Somos un país en vía de desarrollo, con la bendición divina de poseer recursos materiales y humanos para mejorar sustancialmente nuestra convivencia, siempre y cuando prime la sensatez, la prudencia y la justicia social.
Los recursos minerales, hídricos, agrícolas, pecuarios y pesqueros, con que cuenta nuestro país, son el punto de partida de lo que debería ser una escalada desarrollista de magnitud extraordinaria.

Sin embargo, la ausencia de políticas bien orientadas y aplicadas en forma consistente ha dado al traste con lo que pudiera ser un clima pleno de progreso y prosperidad para todos.

Lo penoso es que las consecuencias del escenario descrito se manifiestan en: aumento del desempleo, disminución en la producción agropecuaria, alzas en los precios de productos básicos en la dieta de los dominicanos, degradación del medio ambiente y otros males que agudizan las desigualdades existentes.

Ojalá que, alguien con voluntad de servir y suficiente autoridad, tome en cuenta estas inquietudes. Esperemos.