La República Dominicana tiene que se rechazar ser parte de la solución del caos haitiano. Sería dar un paso en falso que todos van a lamentar. Los problemas de Haití tienen que ser resueltos por las grandes potencias.
Los Estados Unidos, Francia y Canadá son responsables directos del surgimiento de la inestabilidad en Haití. Por años rehusaron una solución democrática en ese país y privilegiaron los gobiernos militares, los civiles de fuerza y las intervenciones.
La crisis que ellos pueden resolver de un plumazo, no la quieren solucionar. Si la paz de Haití viene con una intervención militar, los Estados Unidos deben ser responsables de ejecutarla.
La ONU, con sus Cascos Azules, intervino en Haití y solo dejó desasosiegos y dolores de cabeza. Con el desmantelamiento del ejército y la policía se dejó a ese país sin ley y orden. Muchos de los guardias dados de baja formaron de inmediato pandillas sanguinarias.
La República Dominicana nada tiene que buscar en este lío del otro lado del masacre. Hay presiones de los Estados Unidos y la ONU para que los dominicanos participen en las soluciones y ofrezcan cooperación en una eventual intervención.
El experimento keniano no ha dado resultados y las pandillas cada día tienen más fuerza. No hay en Haití una fuerza militar que le pueda dar protección a la población indefensa.
El territorio nacional no debe ni puede ser utilizado como centro de acopio de la ampliación de la intervención militar iniciado con los kenianos, tampoco se pueden permitir campamentos de refugiados en este lado de la frontera.
Cierto que hay de por medio una carga humanitaria que a veces hace doblar el brazo, pero ahora el gobierno nacional tiene quedar demostraciones férreas de que no va a tomar parte en la crisis haitiana.
Los Estados Unidos y sus amigos, responsables del vendaval haitiano, intervienen donde les da la gana y no le solicitan permiso absolutamente a nadie, por lo que llama la atención la forma blanda en que tratan el problema de Haití.
La embajadora dejó entrever que uno de los dolores de cabeza de los Estados Unidos son los migrantes ilegales e indocumentados, y que desde aquí va a trabajar para evitar que entren en el territorio continental.
La consigna de los dominicanos debe ser que la solución a la crisis haitiana no es un problema nuestro y que las soluciones deben ser aportadas por las grandes potencias. Mientras, Haití se hunde en la anarquía…
Por: Manuel Hernández Villeta