Todos los indicadores políticos, sanitarios y económicos apuntan a que Estados Unidos padecerá uno de sus peores inviernos, incluido el periodo de Navidad y Año Nuevo, matizado por una crisis post electoral sobre la cual el presidente Donald Trump se empeña en atizarla.
La economía estadounidense concluirá el 2020 con un descrecimiento superior al 5% y una tasa de desempleo cercana al 9%, muy distinto al crecimiento del PIB de casi 3% y al estadio de pleno empleo (3.7%), prevalecientes antes del coronavirus. Como si fuera poco, Estados Unidos registra la mayor cantidad de muertes por Covid- 19 desde mayo con más de mil decesos y 91 mil nuevos casos en un solo día. Esa nación supera los nueve millones de contagios y más de 200 mil fallecidos.
En cuanto a los resultados de las elecciones, resulta casi imposible revertir la cifra de 290 votos del Colegio Electoral en favor de Joe Biden frente a 217 alcanzado por Trump, por lo que todos los medios de información han señalado al candidato demócrata como presidente Electo. Trump insiste en denunciar que hubo fraude en las elecciones sin presentar ningún tipo de evidencia, pero ha cerrado la posibilidad de que Biden pueda organizar una transición pacífica del Poder.
Entre las medidas aplicada por el inquilino de la Casa Blanca figura el inesperado despido del secretario de la Defensa, Mark Esper, y colocar en puestos claves del Pentágono a personal civil de su confianza.
También prohibió entregar a Biden las comunicaciones de felicitación que le han formulado líderes mundiales o cualquier informe sobre asuntos oficiales. Todo parece indicar que las navidades y el inviernos serán difíciles en Estados Unidos.

