Con la muerte de una niña de cuatro años impactada de un balazo en la cabeza y de otra menor, de un disparo al corazón, se completó una trágica y sangrienta jornada de violencia y criminalidad durante el fin de semana que tuvo saldo de trece decesos, cinco de los cuales se produjeron durante un enfrentamiento entre bandas y otros tres sucesos de hombres asesinados a puñaladas por sus parejas.
Ángela Reyes Lebrón, aguardaba junto a parientes abordar un autobús en el sector Pintura, de Herrera, para visitar a su abuela materna, cuando fue herida de bala por un hombre celoso que disparaba contra su ex pareja a la que también hirió, en tanto que Nairobi Michel fue abatida en medio de un duelo a tiros entre bandas de delincuentes, en el sector La Zurza, donde otras cuatro personas murieron.
No es común que pistoleros escenifiquen un enfrentamiento a tiros, como el ocurrido frente a un bar en la avenida de Los mártires, con saldo de cinco muertos, incluida la niña Nairobi Michel, y un adulto que también la habría tomado como escudo para protegerse de las balas. En Guachapita, la señora Ureña Roja fue ultimada por antisociales que dispararon contra un colmadón, donde acudió a comprar alimentos.
La violencia intrafamiliar o de género que también abate a la sociedad dominicana, cobró la vida esta vez de tres hombres asesinados a puñaladas por sus parejas en Santo Domingo, San Cristóbal y Jimaní, a los que se suma la agresión a tiros en plena vía pública perpetrada contra su ex mujer por un individuo que hirió de muerte a la niña Ángela Reyes.
Si de más violencia y tragedia se quiere hablar, hay que mencionar las muertes de una niña de tres años y de un adulto de 53, atropellados en el sector Villas Agrícolas por un vehículo conducido por un chofer borracho, o los decesos de dos personas ultimadas durante un pleito frente al Palacio de Justicia del municipio de Salcedo.
¿Y qué decir de la agresión a puñaladas perpetrada por dos atracadores contra el humorista Nicolás Díaz (Margaro), los golpes sufridos por Socorro Castellanos a manos de un asaltante, el intento de atraco en la residencia del humorista Cuquín Victoria y decenas de robos y atracos que a diario se perpetran?
Puede decirse que la población padece de un significativo auge de la violencia, delincuencia y criminalidad que se acentúa con el generalizado irrespeto a la ley, lo que ofrece la deprimente impresión de que aquí la vida no vale nada y que leyes y autoridades significan nada.
El Gobierno está compelido a agilizar trámites para iniciar cuanto antes su publicitado programa de seguridad ciudadana antes de que el manto de la delincuencia arrope por completo a la sociedad dominicana.

