Opinión

José Rafael Abinader

José Rafael Abinader

Con el fallecimiento del Dr. José Rafael AbinaderWasaf, ocurrido el pasado domingo 4 de noviembre, se nos fue un hombre público que estuvo dentro de la historia del país. Nacido el 2 de marzo de 1929, en Tamboril, tierra de la que han nacido hombres y mujeres extraordinarios, el Dr. Abinader se graduó Doctor en Derecho, de la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Hizo maestría en Administración Pública en la prestigiosa Fundación Getulio Vargas, la principal escuela de administración pública y privada en Brasil, entre otros estudios posteriores.
El Dr. Abinader siempre estuvo del lado de los demócratas. Fue viceministro de Finanzas en el gobierno de Juan Bosch en 1963; ministro de Finanzas en el gobierno de Francisco Alberto Caamaño en 1965; contralor general de la República en el gobierno de Antonio Guzmán en 1978; y ministro de Finanzas en el gobierno de Salvador Jorge Blanco en 1982. Fue Senador por la provincia de Santiago en 1998, cuando aceptó esta candidatura propuesta por José Francisco Pena Gómez, siendo extraordinario representante de Santiago. En todas estas funciones, siempre se destacó por su honestidad, laboriosidad e innovación.
Pero en el campo de la educación ha sido uno de sus mayores frutos. Oportuno es recordar su labor en la lucha por el medio millón para la Universidad Autónoma de Santo Domingo, en 1967 y 1968, en donde se desempeñó como Vicerrector Administrativo. En la década de los sesenta, se fraguó en su mente su obra cumbre: La Universidad O & M, que es hoy ejemplo de institución académica con renovada visión en ser uno de los principales centros académicos y tecnológicos del país.
Recuerdo su análisis presupuestario de cómo a fines de la década de los ochenta y noventa, el gobierno del Dr. Joaquín Balaguer podía destinar la misma cantidad de recursos, pero para obras y gastos de calidad más eficientes. Análisis que hoy tiene mucha actualidad.
Como político su carrera termina entregándole su organización política al Partido Revolucionario Moderno (PRM), del cual fue su presidente de honor. Gracias a su gesto, y al trabajo de formidables hombres y mujeres, el PRM es hoy la opción de poder para el 2020. Tuve la honra de conocerle y tratarle en circunstancias muy diferentes, y siempre aquilaté su alto grado de compromiso con el país, con la sociedad y su familia. Mi solidaridad con José, Rita y Luis, y toda la familia Abinader Corona. Que en paz descanse.

El Nacional

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