SEATTLE.- Las primeras tres veces que Julio Rodríguez conectó un jonrón, la reacción fue mayormente de silencio. El costo de pegar batazos largos en la ruta.

El preciado novato de Seattle finalmente pudo escuchar el rugido de su ciudad natal que había estado anticipando.
“(Cuando) he estado en el camino, cada vez que lo golpeo se callan”, dijo Rodríguez. “Así que ahora se pusieron ruidosos, felices por eso, definitivamente me sentí muy bien”.

Rodríguez conectó un jonrón en casa por primera vez, un batazo de tres carreras para darle a Seattle una ventaja temprana, y los Marineros vencieron el lunes 7-6 a Oakland para su victoria número 13 consecutiva sobre los Atléticos.

Después de un primer par de semanas difíciles, Rodríguez ha sido uno de los mejores bateadores de Seattle durante más de un mes. Tuvo su quinto juego de múltiples hits en los últimos nueve, agregando un sencillo fuerte junto con su cuarto jonrón.

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Rodríguez está bateando .333/.364/.524 (OPS de .888) en 22 juegos en mayo y ha sido movido de manera más permanente al puesto de limpiador, comenzando el lunes pasado en Toronto. Si las cosas van bien, incluso en este tramo complicado, ha sido porque Rodríguez ha cumplido.

“Julio es un jugador talentoso. Tener 21 años y manejar el bate de la manera que lo hace, la forma en que corre: la pelota simplemente salta de su bate. Tiene ese tipo de velocidad de bate y es así de fuerte”, dijo el manager de Seattle, Scott Servais. “Normalmente no se ve eso en los jugadores jóvenes, ni en ningún otro jugador. Solo seguirá mejorando y lo estamos observando”.

El lunes, fue un tiro de 376 pies que anotó tres, y vino contra un slider fuera del plato que golpeó con autoridad hacia el campo opuesto, y con una velocidad de salida de 103.8 mph.

“Ahí es donde [mi swing] debe estar, honestamente”, dijo Rodríguez. “En el primer turno al bate, perseguí a uno de abajo y luego dije, ‘Está bien, prepárate para algo en el medio y solo pon la masa en él’. Me conozco a mí mismo y sé cómo puedo conducir la pelota”.