El acto de juramentación del presidente Luis Abinader se llevará a efecto en el Teatro Nacional y no en el salón de la Asamblea Nacional, por decisión del Congreso Nacional, que finalmente venció, pero no convenció sobre tan cuestionable decisión.
Se alega que la razón principal de ese traslado ha sido “el elevado número de dignatarios internacionales” que han confirmado su participación en tan solemne acto, pero la cantidad precisa sería de unos 15 jefes de Estado y de gobierno, a lo que se sumarían otros invitados especiales, cifra que no requiere usar la sala Carlos Piantini, sino reducir el numero de invitados locales que deberían sacrificarse y presenciar el acto por pantalla gigante o por televisión.
Puedes leer: En Estados Unidos: Negligencia Servicio Secreto
Todo lo que emane del Poder Ejecutivo no tiene el botón automático de aprobación por parte de la población, menos aun una iniciativa que degrada un acto solemne en espectáculo.
La solemnidad del acto de juramentación del presidente Abinader y de la vicepresidenta Raquel Peña, está indisolublemente ligada al augusto salón de la Asamblea Nacional, donde no se requiere apartar fechas para montaje de actividades artísticas, como ocurre en la mencionada sala.