La alimentación es la elección, preparación y consumo de alimentos, por ello, tiene una relación directa con el desarrollo físico y mental del individuo, lo que la final contribuye con el buen funcionamiento de una nación y la paz social.

Y aunque Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha comentado que no existe una dieta “ideal” que pudiera replicarse en todas las sociedades, de manera individual cada Gobierno debe planificar y procurar que sus habitantes dispongan de lo mínimo para alimentarse de manera adecuada.

Hacemos esta introducción en vista de que en los últimas semanas algunos artículos de consumo básico entre los dominicanos han registrados alzas en sus precios, lo que disparó la alarma del Gobierno y puso en movimiento a los ministerios y entidades ligadas a la producción y comercialización de alimentos.

Producto de la pandemia de coronavirus, el mundo está inmerso en una situación especial, nadie se ha salvado de los estragos que genera a las economías la actual crisis sanitaria.
En el caso de nuestro país, y así lo hizo saber el ministro de Agricultura, Limber Cruz, uno de los factores ha sido el aumento de la materia prima de productos agrícolas de alta relevancia en el mercado internacional, como maíz, trigo y soya.

De acuerdo a este funcionario, en el segundo semestre del pasado año, el precio internacional de la soya sin procesar aumentó en 39.3%, el aceite de soya en 35.3%, el maíz en 33.3% y el trigo en 21.3%.

Sin dudas que esto ha provocado que los productos terminados vinculados directamente a los precios de estas mercancías hayan comenzado a reflejar aumentos.

De acuerdo Limber Cruz, por esta situación se abocaron a acuerdo entre el gobierno, productores y los mercados mayorista y minorista para garantizar la estabilidad de los precios en los productos de la canasta básica.

Para nosotros la parte más importante de ese acuerdo es la compra directa a los productores, a través del Instituto de Estabilización de Precios (Inespre), de los artículos y que integran la canasta básica para venderlos a los consumidores a precios asequibles, eliminado a las sanguijuelas que actúan en la intermediación.

Por: José Antonio Torres
josetorres60@hotmail.com