La gente ha captado el mensaje al asumir la responsabilidad de cuidarse frente a la pandemia del covid.
A pesar de que el presidente Luis Abinader levantó las restricciones es notorio el generalizado uso de mascarillas en las calles, oficinas y establecimientos comerciales.
Ni siquiera la reducción de los contagios de que se da cuenta ha llevado a muchos a fiarse de que el peligro ha pasado.
La gente no está en exponerse ni asumir riesgos frente a una enfermedad que ha cobrado más de cuatro mil vidas.
La responsabilidad de la población, acusada muchas veces de no cooperar en la prevención de la pandemia, es un paso importante para alcanzar la inmunidad de rebaño.
Además de la mascarilla el flujo a los centros de vacunación no se ha interrumpido del todo, así como tampoco la inoculación en las escuelas y otros lugares de los niños con edades entre 5 y 11 años.
Al levantar las restricciones el Gobierno se la jugó con una apuesta arriesgada. Antes que redundar, enfatiza la afirmación de que mientras la gente más se cuida, mayores son las probabilidades de avanzar en la batalla contra el virus. Por un lado está la salud y por el otro la recuperación de todas las actividades.
