Opinión Articulistas

La mentira está de moda

La mentira está de moda

 “La verdad siempre será revoluciona­ria. Vladimir Lenin

“El que no investiga no tiene derecho a la palabra. (Mao Set-Tung)

Dicen que “la verdad es un espejo ro­to”, que cada quién coge el pedazo que más se acomoda a su visión o sus inte­reses.

Otros aseguran que “una mentira re­petida mil veces, termina convirtién­dose en verdad”, sobre todo entre los que no pueden distinguir entre una cosa y la otra, es decir, entre lo verda­dero y lo falso.

Fue Maquiavelo, padre de la ciencia política moderna, quien llegó a decir: “difama, difama, que algo queda”. Si­guiendo esa conducta, un “consultor” le recomendó a un candidato que se acusara a su adversario durante una campaña electoral, de ser homosexual.

–Pero él no es Gay- ripostó el interlo­cutor. -No importa, una parte lo cree­rá, la otra pondrá en duda su hombría, la otra lo afirmará rotundamente, lo cual lo obligará a negarlo, lo que será un error fatal. (“Difama, difama, que algo queda”).

Todos los seres humanos mienten en un momento determinado de sus vi­das, ya sea por ignorancia, descono­ciendo, por seguridad personal o por deliberadamente hacerle daño a los demás, perjudicar a un líder político, un artista, incluso un país. Nadie, ab­solutamente nadie, puede decir que nunca ha mentido en su vida. ¡Nadie!

Las redes sociales y las plataformas digitales han puesto de moda la difa­mación y la injuria, el chantaje y la ex­torsión a través de “influencer” profe­sionales, la mayoría analfabetos, que piensan con “faltas ortográficas”, que probablemente nunca se hayan leído un libro en su puta vida. Ellos han da­do sentido y categoría a la expresión Maquiavélica “difama, difama, que al­go queda”, utilizando la mentira, el en­gaño, la falsedad, con el propósito de dañar la reputación del gobierno, del presidente de la República, del minis­tro tal o cual, de un artista, un abogado, un juez, un periodista o un deportista. Nadie está exento del daño que la difa­mación, la injuria, el chantaje y la ex­torsión, pueden causar en un país de tan escaso nivel escolar y educativo y cultural.

Lo penoso es que la oposición políti­ca, encabezada por el PLD-FUPU que encabezan Leonel Fernández, Danilo Medina y sus secuaces de las dos fuer­zas políticas, apoyados por las bocinas y los robots que tienen en los periódi­cos, las redes y en las plataformas, se hacen eco de todas las mentiras, false­dades, denuncias falsas, con el único propósito de sacarle provecho políti­co y desacreditar la obra del gobierno de Luis Abinader a quien no le recono­peor que durante el ciclón San Zenón, de 1930.