Mientras se repitan con tanta frecuencia, no cesará la conmoción frente a los feminicidios, y menos aún en casos tan dramáticos como el asesinato de mujeres en presencia de hijos.
El último episodio de una cadena de sucesos horripilantes ha sido la muerte a cuchilladas de Elianny Rodríguez Puello, de 21 años, en el sector de Guachupita, a manos de su pareja, José Luis Viloria de Jesús, de 29.
Dos hijos de la mujer, de dos y seis años, lloraban sobre el cadáver que yacía en el piso de la humilde vivienda en que residía la familia.
El homicida, de quien se dijo que trató de suicidarse, está detenido.
Pero el caso es que los feminicidios no cesan pese a las condenas y medidas que se anuncian para evitarlos.
La muerte de Rodríguez Puello debe servir para acelerar las iniciativas que se contemplan para combatir una plaga que azota a la familia y la sociedad dominicana.

