Editorial Opinión

La mujer

La mujer

El Día Internacional de la Mujer se conmemora hoy en un escenario económico, social, laboral, académico y político matizado por la desigualdad, exclusión, discriminación y violencia contra la población de mujeres adultas, adolescentes y de niñas.

La mujer ha padecido con mayor crudeza los efectos de la pandemia de la covid-19 que desde 2020 ha causado la muerte de más de siete millones de personas y provocó una crisis económica sin precedentes en el último siglo, con su estela de desempleo, pobreza y marginalidad.

A la población femenina le ha correspondido también una cuota mayor de padecimiento por la guerra entre Rusia y Ucrania, porque en su condición de mujer, madre, trabajadora y jefa de hogar le ha correspondido afrontar crisis alimentaria, inflación, desempleo e inseguridad.

La mujer dominicana brega aun con flagelos como discrimen para acceder al mercado laboral en condiciones de igualdad en salario, para acceder a posiciones ejecutivas conforme a sus capacidades o habilidades ante el género masculino, en tanto que en el ámbito político se le obliga a franquear infinidades de obstáculos.

El Estado nacional ha carecido de voluntad política para emprender una auténtica revolución emancipadora que coloque a la mujer a la par con el hombre en todos los indicadores de desarrollo humano, tanto así que todavía se pretende enclaustrarla en el trabajo doméstico o con la función primaria de progenitora.

La violencia y la criminalidad agobian con mayor crudeza a la población femenina, que ha sufrido más de 500 crímenes de feminicidios en los últimos cinco años, cotidianas violaciones o acoso sexual y discriminación laboral, convertida también en blanco principal de la crisis económica e inseguridad ciudadana.

Pese a tan fatídico cuadro de desigualdad, la mujer se abre paso hacia la plena inserción social y económica, con la irreductible decisión de reclamar bien ganado respeto y justo espacio en todos los escenarios de una sociedad a la que no le luce ejercer ni promover ninguna forma de discrimen.

A la mujer le corresponde, en igualdad de condiciones junto al hombre, librar todas las luchas y labrar el camino que ha de conducir hacia el anhelado estadio de progreso, justicia social y equidad económica, en un Estado social de derecho sostenido en la familia y en el respeto a la ley.

El Nacional

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