A Aneudys Santos, a quien considero uno de los youtubers e intelectuales más inquieto, productivo, diversificado e influyente de los que producen y brindan contenidos a través de plataformas como youtube, le vi y escuché comentar por su canal que ha denominado Impolíticamente Correcto, sobre la Central Termoeléctrica Punta Catalina, de la cual resaltaba que es una de las obras más polémicas y controversiales de nuestro país, al tiempo que le colocaba al lado como obras polémicas y controversiales el Faro a Colón y el Metro de Santo Domingo.
Quiero decir aquí, como se lo manifesté vía telefónica a este joven comunicador, que, al escucharle, inmediatamente vino a mi memoria, la Presa de Madrigal. Tan polémica y controversial resultó ser este proyecto, el propósito de esta obra, que me atrevo a afirmar aquí, por más subjetivo que pueda ser, que esto cambió el curso de la historia del país.
La polémica y controversia por la construcción de la Presa de Madrigal degeneró en una confrontación tan radical y rabiosa entre el entonces presidente de la República, Salvador Jorge Blanco y quien a la sazón era presidente del Senado de la República, Jacobo Majluta, ambos del mismo partido por el cual gobernaban a la nación en el período 1982-1986, el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), que dio lugar, es mi convicción, a que el PRD no siguiera gobernando por un tercer período consecutivo, luego de haberlo hecho en la persona del extinto Antonio Guzmán Fernández, en el período anterior al de Jorge Blanco, o sea, 1978-1982.
La cosa fue tan seria, tan insólita e inaudita, que vivimos en aquella gestión de Gobierno la instalación o la elección de dos bufetes directivos en el Senado de la República. O sea, tuvimos dos presidentes del Senado concomitantemente, un senado de dos cabezas, uno encabezado por Domingo Tavárez Areché, con el respaldo irrestricto del presidente Jorge Blanco y sus fuerzas, y el otro encabezado por Jacobo Majluta, apoyado en sus fuerzas políticas y sociales, las cuales eran de magnitud considerables.
Aunque no se llegó a construir, en las aguas de Madrigal se ahogaron todas las aspiraciones, todas las ansias de Salvador Jorge Blanco, Antonio Guzmán Fernández, Jacobo Majluta y José Francisco Peña Gómez, todos ya fallecidos.
Por: José Vicente Calderón R.

