¿Qué Pasa?

La resiliencia Qué es y cómo la puedo lograr

La resiliencia  Qué es y cómo la puedo lograr

Muchos hablan de resiliencia, talvez como una palabra que los expertos en la conducta mencionan mucho, pero en desconocimiento de su importancia.

Las personas resilientes tienen la capacidad de adaptarse positivamente a las circunstancias, frente a las situaciones difíciles que se pueden presentar.

“Es poder transformar tu dolor y ver cada camino como un aprendizaje. Hay personas que sus grandes talentos los han descubierto a través de profundas heridas”, así lo explica la psicóloga clínica Bianca Melo Ballast, quien es directora del Centro de Evaluación, Intervención y Desarrollo, Resiliencia.

Pero ante la abundancia de personas que se deprimen o pierden los ánimos para seguir adelante, le preguntamos qué tan abundantes son en estos tiempos los resilientes.

“Algunos estudios concluyen que se trata de un 20-25 por ciento de la población, quienes tienden a ser resilientes. No se trata solo de caer y levantarse es ¿cómo nos caemos? y sobretodo ¿cómo nos levantamos?”, destaca.

La experta detalla que las personas resilientes se caracterizan por crecer cada caída, levantarse llenos de aprendizajes y no caer siempre en el mismo sitio.

Dice que hay quienes caen una y otra vez y a pesar de que se levantan se quedan dando vueltas en la misma circunstancia. A esta forma de levantarse no podemos llamarle resiliencia.
¿Qué se necesita para crecer en cada caída?

“Mirar hacia adentro”, responde Melo Ballast.

“Suena fácil, pero es bastante difícil, es estar pendiente de los procesos personales y poder identificar: ¿qué me duele? ¿cómo me duele? ¿cuándo me duele? Y sobre todo, de qué manera dejo expresar mi dolor. Desarrollar una sana autoestima, ser empáticos, autónomos, creativos y el buen sentido del humor”.

Para formar hijos que puedan ser resilientes la profesional menciona como los factores que deben estar presentes: crear un ambiente familiar donde se pueda desarrollar una sana autoestima, fomentar el amor y respeto hacia las otras personas, potenciar la autonomía, validar los sentimientos de cada miembro de la familia, que en ese núcleo los miedos puedan ser expresados y a la vez transformados. Además presencia, cercanía emocional.

“Esto sería lo ideal para ofrecerle a los miembros de la familia recursos para afrontar las situaciones que se les puedan presentar. Sin embargo la belleza de la resiliencia se relaciona a que podemos encontrar personas resilientes que han desarrollado esta capacidad a pesar de haber vivido desde temprana edad situaciones difíciles como: violencia intrafamiliar, duelos, pérdidas, migraciones, convivir con algún miembro con enfermedade mental no tratada, entre otras”, dice.

Agrega que en este caso lo que opera es el haber contado con alguna persona, un tutor de resiliencia que haya confiado en esa capacidad de ese niño o niña de sobreponerse a esas situaciones y les haya ofrecido la confianza que necesitaban para salir adelante. Los psicólogos pueden servir como tutores de resiliencia para sus pacientes.

¿Cómo alimentoen mí la resiliencia?

Tener esta valentía de aprender a cada paso y sobreponerse a las circunstancias difíciles es lo ideal para cada ser humano, pero ¿cómo me nutro para lograrlo?

La psicóloga ejemplifica que hay que vivir en el aquí y el ahora, sin tanto presente ni tanto futuro, recordar sin quedarse en el pasado y proyectarse sin vivir en el futuro. Ser honestos con nosotros mismos y saber tomarse el tiempo de autocuidarse. Entendiendo los pensamientos como el alimento de nuestro cerebro, es descubrir la calidad de nuestro alimento mental.

El Centro de Evaluación, Intervención y Desarrollo, Resiliencia quedó inaugurado recientemente en el país. Sus propietarios son Melo Ballast y David Mella Castro, quienes ofrecen servicios de psicología, psiquiatría y nutrición, desde el embarazo hasta la adultez mayor.

UN APUNTE

¿Niños resilientes?

Bianca Melo Ballast dice que, a los niños por la curiosidad, plasticidad e imaginación, puede hacérseles más fácil ser resilientes. Los adultos tenemos estructuras más definidas y menos flexibles, sin embargo todo el que quiera trabajar en sus recursos personales y adquirir nuevas herramientas para enfrentar la vida, puede trabajar por ello.