Benjamín Netanyahu,
Primer ministro de Israel.-
Mientras haya palestinos que se sospeche están relacionados con Hamás habrá guerra en la franja de Gaza. Esa parece ser su siniestra consigna al desoír todos los llamados para que cese la masacre que ya ha dejado más de 21,000 muertos. Y más aún mientras Estados Unidos estimule los ataques indiscriminados.

Rafa Rosario,
Merenguero.-
Su preocupación es legítima, pero entró en terreno pantanoso al advertir que si no se detiene la inmigración haitiana el país corre el riesgo de perder su identidad cultural. No se cree que la identidad nacional sea tan frágil ni tampoco que la presencia haitiana, por más numerosa que sea, pueda alterar las tradiciones criollas, pero sí hay que estar alerta.

Papa Francisco,
Jefe del Vaticano.-
No pierde ni puede perder la fe al clamar luchar por la paz en el desierto de la muerte de Siria, Gaza y Ucrania. En el Día de San Esteban, considerado el primer mártir de la Iglesia católica, Su Santidad no dejó pasar la ocasión para invocar la paz entre los pueblos desgarrados por la guerra. Merece que lo escuchen.