Los sueños se cumplen y un factor determinante para esto es la persistencia. Prueba de esto es la trayectoria del dominicano Leonardo Sierra, actual Senior de las áreas de alteraciones en la prestigiosa firma Ralph Lauren, quien al ver hace algunos años en los periódicos dominicanos un desfile de esta casa internacional, admiró y deseó laborar en ésta u otras firmas reconocidas.
Hoy, 25 años después de iniciar su trabajo en la casa Ralph Lauren de la ciudad de Nueva York, recibió un reconocimiento que resalta su laboriosidad de 25, además de ser agasajado otorgándole una placa personal de Ralph Lauren y un reloj personalizado en oro del diseñador.
Leonardo emigró en el año 1984 de su natal San Cristóbal, con la meta de trabajar en los Estados Unidos el oficio que le apasiona desde que era un adolescente: la sastrería, el arte de tomar medidas y elaborar prendas que dejen satisfechas a las personas.
Tuvo su primera oportunidad en una sastrería aquí en su país, con el esposo de una tía al que agradece todo lo que aprendió, se trata del maestro dominicano de la confección de trajes Gustavo Fernández, a quién él reconoce como su gran profesor y le guarda agradecimiento eterno.
Son varios los trabajos que realizó aquí en el país antes de irse en busca de superación: laboró en la tienda Torrey, que estaba en El Conde, cuando apenas tenía 15 años; diseñaba ropa para Juan Carlos Gómez, ex integrante del grupo musical La Familia André, quien tenía una tienda y además con él hizo un desfile de modas.
Ya en Estados Unidos agotó sus procesos antes de llegar a donde aspiraba, pues laboró en una boutique, pero pasaba con frecuencia por una tienda con ropa de la firma Ralph Lauren, donde en una ocasión un señor le dio una tarjeta y con ésta solicitó su ingreso, lo probaron y le dieron el trabajo donde permanece todavía.
El dato
Su satisfacción
Sierra manifiesta su satisfacción con los ya más de 25 años trabajando para la casa Ralph Lauren, complaciendo a los clientes y dedicando toda su vida a la costura y la moda; pero su alegría aumenta por la valoración a su trabajo al ser reconocido. Dice que su meta es seguir trabajando y en unos años venir a descansar a su país para disfrutar de las montañas, los mares, árboles, y todos esos paisajes que lo llenan de satisfacción.
“El mercado de la confección de ropa es un mercado que produce muchos millones, en RD no han puesto énfasis en el desarrollo de la exportación de ropa, como otros países. Hay que incentivar a los fabricantes para que exporten, es emocionante y beneficioso”, sugiere.
