Opinión

Leonel y Temístocles

Leonel y Temístocles

El activismo político del actual presidente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Temístocles Montás, ha evidenciado la incapacidad y negligencia que exhibió Leonel Fernández cuando ocupó esa importante instancia peledeísta.

Contrario a Leonel, Temístocles ha dado muestras de suficiencia política; no sólo trata de organizar un nuevo PLD. Ha hecho algo más, aunque entendamos que es harina del mismo costal. Temístocles ha demostrado habilidad, entereza, y sapiencia organizativa. Esto aparte de su pericia al expresarse sobre temas económicos, de políticas local, y geopolíticos.

En poco tiempo, la gestión de Montás, sin proponérselo, ha superado la que encabezó Leonel. Parecería que Fernández sólo ha sido un hombre con suerte. Si alcanzó el poder en tres ocasiones se debió al clientelismo y a la ambición de la maquinaria que sustentó sus pasados gobiernos. Además, Leonel tuvo a su favor el haber sido escogido en 1995 por dos desaparecidos líderes de los que ya escasean: Juan Bosch y Joaquín Balaguer. En un país politizado pero no educado era obvio que Fernández fuera favorecido.

Los que no son fanáticos ni están de acuerdo con las políticas públicas del sistema, consideran que Leonel fue un hombre “dichoso”-al menos hasta hace poco-, que fue bendecido por una coyuntura histórica. Sus yerros, contradicciones y actitudes políticas pueriles, así lo confirman.

No sería un tremendismo considerar que quien ahora lidera la Fuerza del Pueblo (FP), nunca fue un avezado y experimentado estratega político.

El Nacional

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