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Libre pensar

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Pacto eléctrico y 9 cabezas

Como si al país le cayeran las maldiciones de los gatos negros, Tutankamón, las conejitas Playboy o Moctezuma sobre la energía eléctrica, tanto su ausencia, la corrupción como los subsidios, han causado más daño que la Primera y Segunda Guerra mundiales, y han quemado el fondillo a los más sabios de la ingeniería y la administración financiera.
En más de 50 años, el desabastecimiento y desplome energético han sido nefastos y traumáticos para los sectores residenciales, comerciales, industriales y estatales, en un fenómeno sin similitudes en América Latina. Hoy, la empresa eléctrica CDEEE se traga la mayor partida (51 mil millones de pesos) del déficit consolidado del Presupuesto General del Estado del 2021.

En el sofocante calor, el dislocamiento productivo, educativo y social; el despilfarro y el engorde monetario de unos pocos, en este medio siglo fue engendrando un monstruo de 9 cabezas, que se torna intrincado desmembrar: la corrupción, las pérdidas técnicas, los subsidios, los precios del combustible, el robo de energía, los déficits por kilovatios, las cobranzas bajas, las pérdidas financieras y la termoeléctrica Punta Catalina.

La ausencia de transparencia, la débil aplicación de la Ley de Electricidad y la creación de un tinglado de organismos no terminaron, en el pasado reciente, con esos petardos. Y la esperanza más motivante ha sido la firma de un Pacto Eléctrico, en la veta de la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030.

Los actuales incumbentes del sector eléctrico, encabezados por Antonio Almonte y Andrés Astacio, lucen apuestos y firmemente optimistas. Nos dicen que la nómina ha sido reducida en un 15%, para una economía de 100 millones de pesos; que las EDE requieren ahora menos fondos en los trámites de compras; que se trabaja en la creación de un fondo con un tope de 50 millones de pesos para afrontar las alzas de los combustibles, y que los apagones financieros ya forman parte de la historia. Admiten las pérdidas y la caída de las cobranzas.

Aunque son necesarios, para que no sean tostados por residuos peligrosos en circuitos operativos, no bastan la exclusividad de los programas de asistencia y contingencia, el control de gestión, la reducción de las pérdidas, la modernización de la red de distribución y otros proyectos, sujetados a flujogramas y cronogramas. Singulariza la superación de los obstáculos del disenso para el pacto eléctrico más ampliado.

Además de la implementación de los esquemas técnico-científicos, con invocaciones tenemos que reclamar piedad patriótica a los buenazos que ceban sus bolsillos en esos negocios electrizantes, la trituración mágica de las embrujadas maldiciones ancestrales y el socorro de Supermán, Batman, el Hombre Araña, el doctor Vudú, la Pantera Negra, la imbatible Chica Ardilla y otros superhéroes con poderes sobrehumanos.

Por: Oscar López Reyes
oscarlopezperiodista@gmail.com

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