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Limpiavidrios azote que vuelve a los semáforos

Limpiavidrios azote que vuelve a los semáforos

Niñas, niños, hombres y mujeres han tomado las principales vías de la capital para ganarse el sustento diario. Jorge Gonzalez

Como en sus mejores tiempos, los limpiavidrios  vuelven a copar las principales esquinas de calles y avenidas de la capital y Santo Domingo, creando no solo un problema de orden público, contaminación visual, de confrontación diaria, sino también un verdadero drama humano que debería ser enfrentado por las autoridades.

Hombres, mujeres, adolescentes y niños tienen una mayor presencia en las principales avenidas del Gran Santo Domingo, lo que podría ser una secuela de la grave crisis económica originada por la pandemia de la covid-19, que ha aumentado el desempleo y el trabajo infantil.

Durante un recorrido de este equipo de El Nacional por la capital se pudo observar que en las avenidas  John F. Kennedy y 27 de Febrero con avenida Máximo Gómez, más de una decena de hombres, niñas y niños limpiaban cristales de vehículos a pesar de la prohibición de ley.

El drama de los limpiavidrios no era distinto en la avenida Jacobo Majluta con carretera de La Victoria en Santo Domingo Norte, ni en la avenida San Vicente de Paul con carretera Mella, en Santo Domingo Este; pero mucho menos era diferente en la avenida 27 de Febrero con Isabel Aguiar en la zona llamada Pintura en Santo Domingo Oeste.

Los limpiavidrios  vuelven a copar las principales esquinas de calles y avenidas de la capital y la provincia Santo Domingo, creando no solo un problema de orden público, contaminación visual, de confrontación diaria, sino también un verdadero drama humano que debería ser enfrentado por las autoridades.

Algo muy notorio en estos últimos meses es ver  mujeres y niñas haciendo la labor de limpiavidrios, hasta ahora algo no muy común en esta labor en este país. Se dice  que trabajar en los semáforos de la ciudad es una antesala para llegar a trabajar en el bajo mundo (prostitución y delitos variados)

Está de más decir que esos hombres, mujeres, niños y niñas que se aventuran diariamente a las esquinas de calles importantes para tratar de hacer algo de dinero para sobrevivir o simplemente para tener como cubrir sus necesidades “especiales”,  siempre lo hacen por necesidad.

Hay que destacar que a diferencia de los vendedores ambulantes, los limpiavidrios no esperan ni requieren que su servicio sea solicitado, simplemente los dan, en algunos casos de mala manera, lo que crea inconvenientes.

“Yo ando en mi carro siempre limpio. Cuando veo que se me está acercando un limpiavidrios le hago seña que no, y pongo los limpiavidrios del carro para que vea que no me interesa”, expresó Eddy Matos.

Asesinatos
En el 2013 un altercado entre un conductor y un limpiavidrios en la intersección de las avenidas Jiménez Moya con Sarasota, le costó la vida a un limpiador de cristales solo identificado como Miguel. En el 2018 otro supuesto limpiador identificado como José María Figueroa de Paula, de 45 años, murió de un disparo de manos de un policía municipal en la avenida Lincoln cuando era detenido por violar la ley.

Jorge González
jgo.jorgegonzalez@gmail.com

El Nacional

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