El conejo le llama “orejú” al burro, las palomas les tiran a las escopetas, el malo acusa el bueno de malo, el ladrón le reclama valores éticos al honesto, el corrupto acusa de corrupto a los demás, “sé que fuiste tú, dice el culpable”, asegura Joaquín Sabina.
El Partido de la Liberación Dominicana, (PLD), rompió el “corruptómetro” estableciendo un récord Guinness, convirtiendo en millonarios a sus dirigentes que antes de llegar al poder no tenían ni con qué pagar el almuerzo en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), donde estudiaron con folletos del Economato y libros prestados, que no sabían lo que era una cuenta corriente, compartían una colilla de cigarrillo entre cuatro, se transportaban en “carros del concho” o en guaguas de las rutas A y B. Vivían en barrios marginados, no sabían de whisky 21 años, vodka, tequila, vino fino, champagne, solo tomaban “lavagallo”, ron barato.
Para los dirigentes del PLD y funcionarios gubernamentales, estrenados en el poder, determinados restaurantes se hicieron famosos. Las cuentas de los comensales oficialistas eran de hasta 300 mil pesos.
¿Lo olvidaron?
Esos señores que reclaman transparencia y justicia en contra de los funcionarios corruptos no resisten una auditoría visual. No pueden justificar sus inmensas fortunas. Los hijos estudiaron en las mejores universidades del país y del extranjero, con cargos diplomáticos. Tras 20 años en el gobierno, tienen cuentas millonarias bancarias en pesos y en dólares. Nuevas esposas y amantes (chapeadoras), dominicanas, venezolanas y colombianas.
Durante los 20 años del PLD la corrupción le costó a este país, todos los años más de 200 mil millones pesos, con lo cual pudieron construirse muchas escuelas, hospitales, puentes y carreteras modernas. Es un descaro, una falta de respeto y un cinismo pedirle a doña Milagros Ortiz Bosch una lista de los funcionarios corruptos del gobierno del PRM y Luis Abinader.
Lo primero es que doña Milagros no es policía, fiscal, ni juez. Ella no puede saber, a ciencia cierta, quién es y quién no es corrupto. Esa tarea le corresponde al sistema de justicia, del cual no forma parte.
Doña Milagros es directora general de Ética e Integridad Gubernamental, una mujer de cuya idoneidad nadie en este país puede dudar.
Ella es una garantía de transparencia y honestidad. ¡No tengo dudas al respecto! No es pues, a doña Milagros, que la oposición tiene que pedirle la lista de los corruptos del gobierno del PRM, es a la procuradora Yeni Berenice y al magistrado Camacho. Debo recordarles a los impolutos y honorables dirigentes de la “FUPU” y del PLD que esa lista es muy difícil de enviar, porque nadie ha sido condenado, porque ningún expediente ha adquirido el carácter de la cosa juzgada.

