Personal del Ministerio de la Mujer y comunitarios del sector Los Praditos, del Distrito Nacional, visitaron ayer cientos de casas en ese populoso sector para llevar un mensaje de paz y crear conciencia para ayudar a frenar la ola de violencia intrafamiliar y de género que cobra cada año la vida de unas 102 mujeres en el país.
La ministra Janet Camilo explicó que buscan también que la gente sepa que a través de la línea de auxilio del Ministerio y del Sistema Nacional de Atención a Emergencias y Seguridad 911 pueden alertar de una situación difícil que esté atravesando una familia sin siquiera identificarse.
Dijo que desde que lanzaron la campaña “Esto tiene que cambiar! Sé parte de la solución” han tenido una excelente receptividad de la gente en los barrios. “Es como si tuvieran hambre de conocer proyectos y de participar. Las juntas de vecinos son las que más preocupación han mostrado y eso nos ha permitido poder entrar a todos los barrios”, expresó en el parque de Los Praditos tras el inicio de la jornada que llevarán el miércoles 23 a Cien Fuegos de Santiago y luego a Santo Domingo Este.
La viceministra Virmania Arzeno explicó que los 60 representantes del Ministerio y los voluntarios le explican a la gente la forma en la que pueden acceder a los servicios psicológicos y legales gratuitos que ofrece esa entidad.
Indicó que luego de que termine la fase de orientación en distintos sectores impartirán talleres para convertir a la población en multiplicadores del mensaje de paz.
La actividad incluye presentaciones teatrales en las calles a cargo del centro para jóvenes del Ministerio de la Mujer. Los actores hacen un simulacro de una familia en violencia en que la madre agrede la hija y luego el esposo la golpea a ella. También se ve cómo las personas pueden comunicarse inmediatamente a la línea de auxilio del Ministerio de la Mujer para reportar la situación.
La ministra de la Mujer ha explicado que parte del problema de la violencia es porque que lamentablemente el 80 por ciento de las víctimas de feminicidios en el país, nunca entraron en el sistema de justicia, es decir, que nunca denunciaron a su agresor.
