Al prestar juramento ante la Asamblea Nacional para un segundo mandato constitucional, el presidente Luis Abinader esbozó lo que sería su nuevo gobierno, montado sobre grandes expectativas y severos desafíos, al tiempo de exponer logros económicos y sociales que atribuye a su primera gestión.
El mandatario resaltó el aumento de la inversión extranjera directa, que en 2023 alcanzó los US$4,390 millones, los más de diez millones de turistas que llegaron al país en un año y el crecimiento económico, que promedió 6.5 % anual, lo que coloca a la economía dominicana como la séptima de la región.
Reconforta la promesa reiterada del jefe de Estado de que en los próximos cuatro años continuará profundizando su proyecto de nación de carácter abierto e integrador con la participación de todos los sectores “para alcanzar un futuro de prosperidad, libertades y justicia social…”
En lo referido a los retos que afrontará su nuevo gobierno, el Presidente anunció que mañana enviará al Congreso su proyecto de modificación constitucional para evitar que algún mandatario intente prolongar su permanencia en el poder, así como consagrar la independencia del Ministerio Público y reducir el número de diputados.
Las reformas fiscal y laboral constituyen otros dos grandes desafíos por el impacto que tendrían sobre la economía y la gobernanza, a tal punto que bajo ese proyecto de fiscalidad se cobijan casi todas las expectativas de crecimiento y desarrollo, incluidos los sectores salud, educación y municipalidad.
Gran parte del discurso presidencial estuvo centrado en los logros que el mandatario atribuye a su primer gobierno y también a las promesas de nuevas realizaciones, pero al parecer faltó espacio para la autocrítica y el mea culpa por metas no alcanzadas, incluido la lucha contra la corrupción.
Leer además: Presidente pide a los políticos aportar soluciones
Los reclamos del mandatario para que se publiquen en Venezuela todas las actas electorales que sustentan los resultados de unas elecciones, que a su juicio no tuvieron la debida transparencia, coloca a República Dominicana en el centro de un trascendente debate político internacional en torno a la democracia venezolana.
El presidente Abinader pudo pronunciar su discurso de juramentación sobre la plataforma de una democracia política robusta, impulsada por fuertes locomotoras de desarrollo, como turismo, remesas, zonas francas, inversión extranjera, manufactura, servicios y exportaciones, pero también con el histórico desafío de liderar un período de reformas económicas, sociales y políticas en el marco de un difícil entorno externo.