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Los de padres de familia

Los de padres de familia

Juan Taveras Hernández

Me preocupan los “padres de familia” que se comportan como “chivos sin ley”, los que no respetan las señales de tránsito, los carriles, los llamados a no estacionarse en determinados lugares de las vías, los que se aparcan debajo de un letrero que dice “no parquear”, “no estacionarse”, “no doblar a la izquierda”, no estacionarse a ambos lados de la vía, no convertir tres carriles en uno, comerse la luz roja de los semáforos, pisar el acelerador hasta el fondo cuando se enciende o está a punto de encenderse la luz amarilla, etc., etc.

Me preocupan sobremanera los “padres de familia” que conducen motocicletas sin cascos protectores, sin matricula, sin licencia, sin seguro y sin acta de nacimiento, que rallan y chocan los vehículos de otros “padres de familias, sin pagar ninguna consecuencia, porque no tienen “ni con qué caerse muertos”.

Excúsenme, pero odio a los “delivery” que transitan dando zigzags, rompiendo retrovisores y rallando carros y yipetas, sin mirar atrás, sin pedir excusas, causando grandes daños que ni los seguros pagan.

No es casual que seamos el primer país del mundo en accidentes de tránsito, y que en la mayoría de los accidentes esté involucrado una motocicleta, con un saldo trágico.

El número de personas mutiladas por los accidentes en motocicletas y demás vehículos de motor es muy elevado, convirtiéndose en un problema de salud pública más costoso que el de las parturientas haitianas que tanto nos preocupa. Los discapacitados por accidentes son extremadamente altos, sin que a ninguna autoridad parezca importarle o preocuparle.

Me preocupan los “padres de familia” de las “voladoras” de la 27 de Febrero y de otros “corredores” de los dueños del país con trajes de sindicalistas, que andan como “la jon del diablo” cambiando de un carril a otro sin sacar ni quiera la lengua como señal de que cambiarán de carril, que no respetan las luces de los semáforos, ni los agentes de tránsitos, que se detienen a tomar pasajeros antes o después de cambiar la luz del semáforos, creando grandes tapones.

Me preocupan los “padres de familia” de los carros de concho que se detienen en cualquier lugar de la calle, muchas veces atracando y robando bolsos femeninos, irrespetando todas las normas, sin cinturón de seguridad, ni neumáticos en buenas condiciones. Además sin luces traseras ni delanteras, lo cual es muy peligroso.

Me preocupan los “padres de familia” del transporte interurbano que viajan a velocidades extrema como si cargaran vacas y cerdos, no seres humanos, con un “pase” de cocaína o de cualquier otra droga, rebasando en las curvas, inobservando las doble líneas amarillas o ignorando las curvas para rebasar. A esos “padres de familia” no parece preocuparles que en los asientos de sus vehículos viajan otros “padres y madres de familia” con hijos que los esperan sanos y salvos.