Editorial Opinión

Los Haitises

Los Haitises

Durante un operativo en el parque nacional Los Haitises, emprendido por diferentes instituciones oficiales, se comprobó que ha sufrido graves destrozos en su fauna y flora a causa de incendios forestales, tala de árboles, y conuquismo, lo que evidencia la grave degradación infligida a esa zona protegida.

Comisionados del Ministerio Publico, Medio Ambiente, Migración, Fuerzas Armadas, entre otras dependencias, identificaron una gran cantidad de incendios provocados intencionalmente por labriegos dominicanos y haitianos con la finalidad de improvisar sembradíos.

Decenas de indocumentados haitianos asentados en diversas áreas del parque fueron apresados por autoridades de Migración, que procederá a su deportación, pero también muchos dominicanos fueron arrestados por talar de árboles y provocar incendios.

Los Haitises, con una extensión de más de un millón 600 mil metros, cuyas áreas protegidas se extienden por Monte Plata, Hato Mayor y Samaná, constituye una gran fuente de producción de agua y valioso sistema ecológico, por lo que su degradación constituye un crimen contra toda la flora y la fauna nacional.

Durante muchos años ese vital activo ecológico de la nación ha sido objeto de devastación a través de deforestación, conuquismo y asentamientos de poblaciones en sus áreas que conforme a la ley deberían estar vedadas a todao forma de destrucción de su ecosistema.

Se resalta como muy positiva la iniciativa multisectorial de precisar el nivel de degradación que sufre ese parque nacional, cuna de numerosas cuencas pluviales, pero la garantía de su protección no debería limitarse solo al apresamiento de campesinos e indocumentados.

El conuquismo, asociado con tala de árboles e incendios forestales, se vincula con la pobreza, lo mismo que la improvisación de asentamientos humanos en áreas protegidas, por lo que se requiere ejecutar programas que alivien la situación de marginalidad en comunidades adyacentes a ese y a otros parques nacionales.

Además de prevenir y perseguir toda forma de degradación contra áreas boscosas, cuencas o lechos de ríos, se requiere mejorar la calidad de vida de poblaciones enclavadas en las zonas de amortiguamiento de esos activos ecológicos y pluviales, porque demostrado está que la miseria es la peor enemiga del medio ambiente.

El Nacional

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