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Los Juegos Deportivos Nacionales de Mao ‘97; recuerdos de su petición

Los Juegos Deportivos Nacionales de Mao ‘97;  recuerdos de su petición

Convierte siempre una situación negativa
en una positiva”.
Michael Jordan
“Una vez reemplaces los pensamientos negativos por los positivos, comenzarás a tener resultados positivos”.
Willie Nelson

El apreciado amigo Francisco Lizardo me envió un interesante trabajo sobre los Juegos Deportivos de Mao 1993. Lo compartiré con ustedes. Veamos:

Un día como hoy (ayer) en el año 1993, el presidente Joaquín Balaguer otorga la sede de los Juegos Nacionales de Mao (celebrados en 1997), a petición del entonces Padre Francisco Lizardo, en una inauguración del barrio el Batey (barrio Don Bosco), en ese entonces, el doctor Mateo Reyes era el Senador, y me pidió un recuento memoria del hecho. Yo era el director del Oratorio Centro Juvenil Don Bosco. Como amante de los deportes, tenía como amigo al ministro de Deportes de aquel entonces, Temístocles Metz.

Se habían gestionado unas casas para la construcción del barrio Don Bosco, el señor Guarionex Aquino era el gobernador, me llamó para que le ayudara a distribuir las casas, dado que yo conocía el ambiente. Así lo hice, le ayudé a la distribución, y del Palacio me llamaron para que yo impartiera la bendición, yo le decía que le correspondía al Obispo, pero ellos insistieron que fuera yo, acepté y aproveché para ayudar a Mao, Valverde. Yo era muy amigo del director de Bienes Nacionales, del ministro de Deportes y del ministro de Obras Públicas.

Recuerdo que Temo Metz me llamó y me dijo: “Padre, vamos para Mao a una inauguración”, yo le dije: “si, va a ser aquí cerca del patio del Oratorio, tráigame útiles deportivos, y como yo voy a bendecir las casas le pediré las luces de las canchas para que los jóvenes jueguen de noche y se vayan cansados a sus casas a dormir y también le pediré los Juegos Nacionales para Mao, que hace mucho que lo están pidiendo y no los toman en cuenta”. Él me dijo: “No se puede, ya el presidente se lo dio al Obispo de San Juan”, y yo le dije que si se lo dio a un Obispo se lo puede dar a un Padre, y además el movimiento deportivo nacional desea que los juegos los concedan con 4 años de anticipación, para prepararlos mejor. Me dijo: “okay, solicitelos que yo lo apoyo”.

Temo vino con mucho tiempo de anticipación y me dijo, padre yo quise reunirme con las autoridades de aquí, de Mao, y le dije que se reunieron en comisión, que usted iba a pedir los Juegos Nacionales, pero nadie quiso, decían que estaban cansados de pedirlos y que lo solicitarían en otra ocasión. ¿Que usted va a hacer? me inquirió y yo le dije: “No hay problemas señor Secretario, lo voy a pedir como quiera, total no pierdo nada. Cuento con usted para que se ponga detrás de Balaguer cuando yo los esté pidiendo y lo motivé, me volvió a reiterar su apoyo.

En el reparto de las casas, para desbaratar una especie de motín que le tenían al gobernador, yo hablé con algunas personas que querían las casas, pero que no las necesitaban tanto, le dije que yo le pediría al presidente la segunda etapa y ahí se las podían distribuir. (Aunque la segunda etapa yo la tenía pensada para beneficiar algunos dirigentes deportivos que habían dado su vida por Mao, y no tenían nada).

Entonces ideé una estrategia para conseguir la respuesta positiva del presidente, pensé que como era día de Reyes y al presidente le gustaban esas cosas, le pediría solo tres regalos, según los tres reyes: La Segunda etapa de las Casas, la pavimentación de todas las calles de Mao y la asignación de los Juegos Nacionales. Entonces, hablé y motivé al director de Bienes Nacionales, que era un militar mocano, de mi tierra, al secretario o ministro de Obras Públicas y al ministro de Deportes.

Comenzó la inauguración, hice lo que tenía que hacer y pedir, fui a saludar al presidente Balaguer, volví a motivar, le pedí también las instalaciones de las luces de las canchas del Don Bosco, y Balaguer llamó a Temo Metz y la autorizó para que lo hicieran inmediatamente y que me iba a conceder los tres regalos de Reyes. Autorizó a los respectivos ministros que proclamaran lo pedido.

Lo hicieron los dos primeros y faltó el de deporte, tocaron el himno final y yo me desconsolé, pero no perdí la esperanza, le pedí permiso al himno y en medio de él le hago señas a Temo y él se acercó a Balaguer y le dijo: “señor Presidente, el Padre le pidió los Juegos”, y él le dijo: “¿Y eso se puede?”,… Sí, yo lo apoyo, además, el movimiento deportivo nacional pide que se concedan las sedes 4 años antes”.

Él le dijo: “Vaya al micrófono y concédale la sede”. Temístocles Metz tomó el micrófono y proclamó la noticia. Yo me quedé anonadado, sin palabras, mientras otros no lo creían, los jóvenes del Don Bosco aplaudían y otros celebraban.

Todo el movimiento deportivo maeño se unió y luchó para que fueran una realidad y han sido unos juegos modelos. Se publicó el Decreto No. 121-94 que creaba e integraba el Comité Organizador de los XI Juegos Deportivos Nacionales, Mao l994, por el doctor Joaquín Balaguer, presidente de la República Dominicana.

A mí me nombraron como el tesorero de los Juegos Nacionales. Después yo tuve que salir a una especialidad a España, y como hubo cambio de gobierno, también cambió el Comité Organizador.

Recuerdo a muchas personas, como el doctor Mateo Reyes, quien desde el Senado, hizo sus aportes para que los Juegos de Mao fueran una realidad, pues todos estábamos convencidos que traían obras para el desarrollo de Mao. Esta es parte de la historia.

El tiempo ha dado la razón: Mao creció. Pedimos a Dios que premie a Temístocles Metz con el cielo.

hasta mañana, si dios quiere, dominicanos

Leo Corporán

Columnista y editor deportivo de El Nacional. Fundador del Club Mauricio Báez.