Ver al doctor Luis Antonio Cruz Camacho llegar a la subdirección general de la Fundación y Clínica Cruz Jiminián, podría dar la idea de un gran salto beneficiado porque su padre es el creador de los dos proyectos.
Pero la verdad es que al joven profesional le costó mucho sacrificio llegar a ese cargo, pues su papá se encargó de enseñarle el real valor de las cosas.
“Muchos creerán que mi vida fue lujosa desde pequeño, pero no, mi papá nos enseñó el valor de las cosas y el trabajar duro por ellas. Para poder lograr mis metas tuve que ser un empleado más de la clínica y despertar a las 5:00 de la madrugada y laborar ocho horas diarias”, cuenta el profesional.

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Cruz se dio cuenta de que la medicina era su vocación, cuando descubrió el don de servir y se dijo a sí mismo que la manera más humilde de poder hacerlo era emulando los pasos de su padre, el reconocido doctor Félix Antonio Cruz Jiminián, y siendo un buen médico para ayudar a los más necesitados.
“Me formé como médico en primer lugar y al trabajar tanto tiempo en la clínica, ya conocía todos los procesos de la misma, luego de ser médico estudié gerencia hospitalaria, entre otras capacitaciones que me hicieron merecer la posición”, explica.
Su trabajo de médico y el que realiza con ayudas y operativos a través de la fundación, han hecho que su nombre sea respetado como el de su padre y que a diario cientos de personas vean en ellos el mejor apoyo en momentos difíciles.
“No hay mejor satisfacción que el deber cumplido, saber que eres la solución de alguien más no tiene precio. Desde que mi papá me llevó al primer operativo médico, a mis 6 años, ahí descubrí que había nacido para servir”.
Los proyectos
Actualmente tiene una serie de proyectos destinados a ayudar y mejorar la salud del país. Entre ellos: La visita de la salud y La visita de la salud mental.
También en la fundación llevan a cabo los programas: Alimentación diaria para los envejecientes, programa de capacitación para mujeres embarazadas; cirugías de hidrocefalia y microcefalia, además de cirugía de labio leporino y/o paladar hendido.