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Mario Soares

Mario Soares

En los primeros días de enero tuve la oportunidad de visitar Lisboa, Portugal, y entre mis tareas pendientes, estaba la de visitar la tumba de quien fuera primer ministro y presidente de Portugal, uno de los constructores de la democracia de ese país, y sobre todo, amigo del pueblo dominicano.

Fue de los líderes mundiales que, cuando Antonio Guzmán ganó la presidencia en las elecciones de 1978, y ante la resistencia del entonces presidente Balaguer de reconocer su derrota, Soares, fue de los que junto a Carlos Andrés Pérez y Jimmy Carter, llamaron a Balaguer para que reconociera la victoria de Guzmán. En ese entonces, Soares era primer ministro de Portugal, y su llamada fue oportuna.

Luego, Mario Soares vino a República Dominicana, siendo una de las figuras más representativas de la entonces Internacional Socialista, en 1981. En esta visita, compartió con sus amigos, José Francisco Peña Gómez, Antonio Guzmán, Salvador Jorge Blanco, Jacobo Majluta, entre otros. Apenas yo era un niño que entraba en la adolescencia, sin embargo, recuerdo su visita, y su presencia en la gran manifestación que hubo en las inmediaciones del Estadio Quisqueya.

Soares volvió a ser primer ministro entre 1983 y 1985, y tuvo muy buenas relaciones con mi padre. Los portugueses recuerdan muy bien a Soares porque fue el creador de la seguridad social, amplió la escuela pública para todos e incorporó a Portugal a la Unión Europea. A su muerte, Antonio Costa, primer ministro de Portugal y líder socialista, afirmó: “Portugal pierde al padre de la libertad y la democracia”.

Lo primero que llamó mi atención es el Cementerio de los Prazeres en Lisboa, un camposanto amplio encrustado en el centro de Lisboa, donde se respira el verde de sus jardines, y lo más sorprendente, la sencillez y la humildad de la tumba de Mario Soares, que está en el pabellón de su familia, pero sin ningún tipo de extravagancia. Todo dentro de la sobriedad, sin ningún tipo de distinción especial.

Quise haberle llevado claveles rojos, pero fueron rosas amarrillas las que le llevé a su tumba para agradecer su solidaridad con la democracia dominicana. Peña Gómez siempre viajaba a Portugal, España, Francia, Alemania, Italia y Finlandia en su extraordinaria labor para dar a conocer la realidad de la democracia en República Dominicana.

De haber estado vivo, estoy seguro que Peña Gómez hubiese estado presente en las honras fúnebres de Soares, quien murió el 8 de enero de 2017.
Mucho que aprender de la extraordinaria vida de Mario Soares, y su destacada participación luego de la Revolución de los Claveles el 25 de abril de 1974, con el nacimiento de la democracia en Portugal.

El Nacional

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